La vicepresidenta del Gobierno garantiza que las relaciones bilaterales son "muy estrechas" y se basan en el entendimiento mutuo
La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, asegura que no está decepcionada con Alemania por la evolución judicial del caso Puigdemont y garantiza que las relaciones bilaterales son "muy estrechas" y se basan en el entendimiento mutuo.
"Siempre hemos recibido apoyo y respeto por el orden constitucional español. En España vivimos en una democracia con una absoluta separación de poderes. Debemos hacer una clara distinción entre política y justicia", destaca en una entrevista que publica hoy el diario "Frankfurter Allegemeine Zeitung".
"Políticamente, todos los Estados miembros de la Unión Europea han dejado claro que reconocen la estructura constitucional de cada uno. Al mismo tiempo, los tribunales tienen que hacer su trabajo", añade en referencia a la decisión de la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein, que descartó extraditar por rebelión al expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont.
Ante las llamadas al diálogo y las ofertas de mediación internacional, recuerda que todos los Gobiernos europeos, incluido el alemán, han dejado claro que Cataluña es un asunto español.
"Tampoco nosotros ofrecemos mediar en disputas territoriales en otros Estados. Ellos mismos saben lo que tienen que hacer", zanja Sáenz de Santamaría, quien enumera las ofertas de diálogo que el Gobierno de Madrid y el Parlamento trasladaron a Puigdemont y que éste rechazó porque "sólo quería hablar sobre el referéndum", que era "una cuestión constitucional".
A su juicio, antes que nada "los defensores de la independencia catalana deben hablar con la otra mitad de la población catalana, que ha votado en contra de un Estado independiente" y a favor de la unidad constitucional.
Preguntada sobre si el Ejecutivo español y el PP han fracasado en Cataluña, subraya que "ningún gobierno puede tolerar nada que esté en conflicto con su propia Constitución" y recalca que su principal tarea es defender la unidad constitucional y a todos los catalanes.
Apunta así que la mayoría de los catalanes son fieles a la Carta Magna, hace referencia a las manifestaciones en defensa de sus derechos y recuerda que el partido de Puigdemont quedó como segunda fuerza política en las últimas elecciones autonómicas.
La primera fue Ciudadanos, partido que avanza en las encuestas a nivel nacional.
A la pregunta de si el gobierno en minoría del PP tiene los días contados, Saénz de Santamaría señala que Ciudadanos nació en Cataluña y ello explica sus resultados.
"El Gobierno tiene que poner los intereses del país por encima de los del propio partido. Hay que tomar decisiones y, como Gobierno, no se puede estar cambiando permanentemente de opinión", afirma antes de señalar que la votación definitiva sobre los Presupuestos será en mayo y asegurar que el Gobierno está trabajando para garantizar "la gobernabilidad y la estabilidad".
Según explica, el artículo 155 se ha aplicado para generar "calma" en Cataluña, que cuenta ahora con un gobierno que cumple las leyes y se ocupa del funcionamiento normal de la administración.
A su juicio, la intervención era obligada ante la vulneración de las resoluciones del Tribunal Constitucional y de la ley.
"Un diálogo no puede significar decir que sí a todo lo que exige la otra parte. Pugidemont no quería negociar sobre la autonomía catalana, quería la independencia. Pero ésa es una decisión que tienen que tomar todos los españoles en una reforma constitucional", añade.
La Constitución "es reformable y se puede cambiar", prosigue la vicepresidenta, que señala no obstante que en 1978 votó a favor de ella el 90 % de los catalanes y considera necesario mantener ese consenso.
Tras destacar que España es uno de los Estados más descentralizados del mundo, Sáenz de Santamaría resalta que las fuerzas independentistas bajaron en votos y escaños en las elecciones autonómicas del año pasado.
"Los defensores de la independencia hacen más ruido que nunca, pero su respaldo merma", dice la vicepresidenta española, quien aboga por dejar claro que "juntos somos mucho más fuertes, que somos una democracia que ha demostrado su fuerza sobre todo en la superación de la crisis económica".