El equipo del presidente electo de Uruguay, el izquierdista José Mujica, y la oposición insistieron ayer en tratar de acercar posturas, como hicieron el domingo los candidatos tras conocerse los resultados electorales, aunque con dudas sobre un posible pacto de gobierno.

Como una declaración de intenciones, Mujica y el candidato del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, celebraron ayer la primera cita cuyo contenido es todavía una incógnita.

Los colorados gobernaron Uruguay durante 170 años, pero están de capa caída y en la primera vuelta apenas lograron el 17% de los votos, un porcentaje que sin embargo puede ser clave para aprobar algunas leyes especiales o reformas constitucionales.

“Yo considero baja la posibilidad de acuerdos, pero el esfuerzo hay que hacerlo”, dijo a los medios el diputado Luis Rosadilla, ex guerrillero tupamaro igual que Mujica y cuyo nombre suena fuerte para ocupar el Ministerio de Defensa Nacional en el próximo gobierno.

Según Rosadilla, para que los partidos de oposición puedan formar parte del gabinete ministerial “se necesitan acuerdos amplios sobre el eje central, la columna vertebral del Gobierno, y eso no lo veo claro”, pues, agregó, los programas de los cuatro partidos con representación parlamentaria tienen “pocas coincidencias”.

Mujica, de 74 años, fue elegido el domingo presidente de Uruguay para el período 2010-2015 con casi el 53% de los votos, tras superar al ex presidente (1990-1995) Luis Alberto Lacalle, del conservador Partido Nacional (Blanco), que logró casi el 44%.

La coalición de izquierda Frente Amplio ganó el 25 de octubre la primera vuelta de las elecciones, con el 48% de los votos, frente al 29% del Partido Nacional, el 17% del Partido Colorado y el 2% del Partido Independiente.