El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Santa Fe (Granada) ha ratificado este martes el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para el hombre de 36 años detenido por acabar hace unos días con la vida de su hermana, que estaba embarazada de ocho meses, y de su hijo de tres años en el chalé de Las Gabias (Granada) donde residían.
El hombre, que está investigado por la presunta comisión de tres delitos de asesinato, ha sido trasladado esta mañana desde prisión hasta la localidad de Santa Fe para que el juzgado que va a instruir el caso ratificara el ingreso en prisión que acordó el juez que estaba de guardia cuando pasó a disposición judicial el pasado 31 de mayo, según han detallado a Europa Press fuentes judiciales.
En aquel momento el fiscal solicitó el ingreso en prisión del detenido tras considerar los hechos constitutivos de tres presuntos delitos de asesinato, si bien a lo largo de la instrucción se determinará si se mantiene esta calificación o se modifica por la de dos delitos de asesinato y un delito de aborto.
Los cuerpos sin vida de la víctima, de 38 años y natural de Torredelcampo (Jaén), y de su hijo fueron hallados en su vivienda con señales de violencia a raíz de que el padre de familia --que se encontraba de viaje de trabajo cuando ocurrieron los hechos-- alertara al servicio 112 de las Islas Baleares de un presunto robo en el domicilio, situado en la calle Arache, en la urbanización Los Chopos de este municipio granadino.
La Guardia Civil inspeccionó la vivienda e hizo una reconstrucción de los hechos junto al presunto asesino tras su detención a fin de recabar la máxima cantidad de indicios posibles en este caso, en el que se apunta a rencillas familiares por una herencia como posible móvil de los asesinatos, según detallaron a Europa Press fuentes cercanas a la investigación.
Los especialistas de Criminalística han visionando las imágenes de las cámaras de seguridad y también han examinando a fondo el interior del vehículo con el que el detenido se desplazó hasta la vivienda, a la que accedió sin necesidad de forzar puertas ni ventanas, por lo que presumiblemente tenía llaves, y para cometer los crímenes usó una barra de hierro --con especial ensañamiento-- que los investigadores tienen en su poder.
Posteriormente, supuestamente intentó quemar un colchón donde estarían los cuerpos de las víctimas con el presunto objetivo de alterar la escena del crimen, aunque no llegó a prender y no lo consiguió.