Es el homenaje dedicado a un operador de cámara cuando se jubila, un acto que no suele salir del ámbito privado y cordial de la camaradería gremial, sin embargo en este caso se le ha dado relevancia desde la visibilidad, pues este último plano lo ha filmado la primera operadora de cámara que ha figurado en la nómina de Televisión Española con motivo de su jubilación.
Pilar Alonso fue pionera en una profesión de hombres. Comenzó con retransmisiones deportivas, siendo el Mundial de Fútbol de 1982 uno de sus primeros trabajos. Sin embargo no le fue fácil, ya que al llegar a un estadio o a un palacio de deportes, después de mostrar su acreditación, ésta venía acompañada de la justificación de uno de los integrantes del equipo técnico, siendo el productor quien intervenía al final, asegurando a los organizadores que era operadora de cámara, pues la creían acompañante y no la dejaban entrar.
Las fotos de entonces muestran a una joven vocacional haciendo su trabajo con la seguridad de la destreza. En el breve reportaje como final del informativo donde tantas ediciones realizó, habló de sus otros trabajos, como la tensión padecida durante una ópera cuya transmisión estuvo dirigida por Pilar Miró. Debe atesorar un montón de recuerdos que a partir de ahora referirá como anécdotas y entre risas, pero cuánto la hicieron sufrir mientras se ganaba su puesto día tras día. Ella se abrió camino en el campo de la técnica en televisión, siendo durante mucho tiempo el único nombre de mujer en el rodillo de los operadores. Sus sucesoras tampoco no lo han tenido fácil, pero ahí van, ensanchando la grieta abierta por pioneras como Pilar Alonso para ir pasando a través de ella.
En este entrañable reportaje de despedida le propusieron filmar su último plano, a lo que ella se negó en principio, tal vez para no intervenir en el trabajo de su compañera, otra operadora de cámara, tan joven como ella en sus comienzos. Quizás por ello, Pilar Alonso dedicó su último plano al emblemático “pirulí”, una imagen ascendente, cuyo extremo se yergue hasta unirse al cielo, símbolo de la evolución, la modernidad y lo logrado en estos años. Una imagen con tantas lecturas como espectadores, para quedarnos con la referente al reconocimiento por el trabajo bien hecho de quien vimos y oímos su voz por primera vez después de treinta y nueve años, con los tráileres de Televisión Española como telón de fondo, donde tantas veces viajó con su cámara. Seguro disfrutará de la desconexión.
Ánimo y hasta la próxima.