A pesar de esta demora, en el sector son "optimistas" con respecto al desarrollo de la temporada
Las bajas temperaturas que se registran en la provincia de Huelva está retrasando el inicio de la fase de recolección de la campaña de la fresa, que espera la llegada de las primeras temporeras marroquíes contratadas en origen para finales de este mes.
En declaraciones a Efe, el secretario general de UPA Huelva, Manuel Piedra, ha indicado que el desarrollo vegetativo de la planta va este año retrasado, por lo que este año "no han podido llegar las primeras fresas a los mercados coincidiendo con este puente de la Inmaculada".
Pese a ello, ha asegurado que son "optimistas" con respecto al desarrollo de la campaña "como no puede ser de otra manera", si bien "todo va a depender de la climatología, tanto la de la zona de producción de forma que no afecte al cultivo, como de las zonas a las que se dirige el producto. Es necesario que haya unas temperaturas que incentiven el consumo,que invite a la gente a salir a comprar".
Ha añadido que también dependerá de los precios y para garantizarlos este año "contamos con una herramienta importante, la nueva Ley de Cadena Alimentaria, con la que podremos defender que el eslabón más débil no cobre por debajo de los costes de producción".
En cuanto al contingente de Marruecos, ha indicado que se situará está campaña en unas 12.000 mujeres, de las que unas 10.000 son repetidoras de otras campañas y 2.000 fueron seleccionadas en 2019 y no pudieron venir por la situación sanitaria.
Se prevé que a finales de diciembre comiencen a llegar las primeras temporeras, en torno a medio millar, si bien esta fecha "puede retrasarse un poco por la falta de producción", algo que ya ocurrió el año pasado.
En principio, no se prevé que haya problemas para su traslado en la frontera porque "están cerradas las de Marruecos, no las de España, y vendrán cumpliendo las medidas sanitarias que en ese momento determine el Gobierno español".
A estas temporeras se suman este año por primera vez trabajadores agrícolas de Ecuador y Honduras en el marco de una experiencia piloto desarrollada en virtud de sendos convenios suscritos por el Gobierno de España con ambos países.