Huelva esperaba paciente a que el reloj de la Purísima Concepción marcara las 04.00 horas para que sus puertas se abrieran al caminar de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Amargura. Con puntualidad británica, la cruz de guía de la Hermandad de El Nazareno pisaba la calle Puerto para dar comienzo la ansiada Madrugá onubense.
Centenares de hermanos han realizado el caminar nazareno con su inconfundible túnica morada, anudada por cordón amarillo, que tiñe las calles céntricas de la capital de la devoción cristífera onubense por excelencia. Pocos minutos después de abrirse La Concepción, El Nazareno se envolvía en la marea morada de sus nazarenos y en el fervor de sus devotos que lo han acompañado hasta pasadas las 10.10 horas, momento en el que se ha producido su recogida tras una intensa y magnífica Madrugá.
Tras él, los músicos de la Banda del Nazareno, con su uniforme de gala que han sabido acompañar y acompasar sus sones a los pasos y racheos de los costaleros nazarenos que, una vez más, han dejado sin palabras a los onubenses en un recorrido excepcional y una recogida impresionante, con el 'silencio' tras una larga marcha.
En 2024 no fue posible revivir estas estampas en la calle y se hacía estación de penitencia en el templo, abriéndose La Concepción en horario de mañana para ver a sus titulares. Pero ese 2025 ha sido diferente, y María Santísima de la Amargura ha podido acompañar al Nazareno en su paso por Huelva.
Una Madrugá de devoción y mucha fe, de plegarias y agradecimientos; de promesas cumplidas y peticiones por llegar. Una Madrugá en la que el Nazareno ha vuelto a consolar los corazones presentes.
