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Huelva

3 en 1: Moda, arte y reciclaje

María Antonia Pérez tiene 81 años y con sus manos ha dado forma a todo tipo de arte: pintura, textil y bolsos realizados con bolsas de plástico

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  • María Antonia Pérez posa con parte de su obra -

Tiene 81 años, pero su mente y su vitalidad no se corresponden para nada con esa edad que marca su DNI. María Antonia Pérez García es un espíritu inquieto, creativo, con ganas de aprender y de no parar de hacer cosas. De hecho, mientras habla para Viva Huelva murmura para sus adentros: “Qué pena irse para el otro lado y no poder seguir haciendo cosas”.

Esas cosas, como ella les llama y con las que ocupa buena parte de su tiempo, la han convertido en una artista anónima que da forma con sus manos a todo lo que le pasa por su mente: bordados, pinturas, bolsos, diarios... Y lo que le queda por aprender, porque a sus 81 años, no se resigna a ver pasa la vida. Ella prefiere darle forma, inventarla y llenarla de color hasta que el cuerpo aguante.

Aunque el reciclaje es un término relativamente reciente, María Antonia lo practica desde hace más de 30 años. Con los retales de telas que le sobraban hace colchas, y con los restos de lanas que reúne y que le dan - se ha llegado a encontrar en casa con un saco lleno de lanas de sus vecinas- ha dado forma a cojines y todo lo que se le pasa por la cabeza.

También se alimenta de la propia naturaleza para dar rienda suelta a su creatividad. Así es como ha llegado a aglutinar una colección de conchas pintadas a mano por ella, y “ninguna es igual”.

Pero de todas sus ocurrencias, quizás la más original sea la elaboración de bolsos y monederos con bolsas de plástico, a las que da formas con sus agujas de punto o de croché.

María Antonia presume de ser la primera persona en Huelva que ha hecho bolsos con bolsas de plástico, y todo aquel que lo haga en la actualidad, es “porque yo le he enseñado”. Sin embargo, no le caen los anillos al reconocer que fue una mujer la que le enseñó a ella. “Estaba un día en la playa, en La Antilla, y vi a una mujer haciendo unas cosas de croché con unas bolsas de plástico, me acerqué y le pregunté qué estaba haciendo, y me dijo que una funda para la sombrilla, y enseguida fui a mi casa, busqué unas bolsas y unas agujas y me senté al lado para que me enseñara”.

Porque a María Antonia no hay reto que se le resista. De hecho, la idea de las colchas hechas con retales le surgió también por casualidad. “Estaba viendo la tele en la playa y vi a una mujer haciendo una colcha con retales, fui corriendo a por mis agujas y no paré hasta que logré hacerlo”.

Aunque sus trabajos son auténticas obras de arte, nunca ha cobrado nada por ellos. De hecho, de todos los bolsos, carteras, fundas de móviles, etc. que ha realizado con las bolsas de plástico, habrá regalado más de 90, y aún tiene en su casa 40. Por ello, ahora ha pensado en darle utilidad a su arte: “Ya he regalado a todo el mundo, y ahora quiero darle alguna utilidad a este trabajo y colaborar con aquellos que lo necesiten”.

Por ello, su última iniciativa es ceder su trabajo, que ofrece 3 en 1 -moda, arte y reciclaje- a cualquier organismo sin ánimo de lucro que pueda sacar algún beneficio para su labor con la venta de sus bolsos. Una posibilidad sería cederlos a Proyecto Hombre para su mercadillo de Navidad.

Mientras, aunque María Antonia dice que ya no quiere aprender nada más, porque no es capaz de parar, seguirá trabajando con sus manos inquietas. Sus hijos le dicen en broma que lo suyo es una enfermedad, pero como ella afirma entre risas, “bendita enfermedad”, que la mantiene viva y ocupada.

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