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Cepsa plantea un ERE voluntario que afecta a la refinería de Palos

La compañía tiene la voluntad de que no supere los 250 trabajadores, pero debe consensuar la cifra con los representantes sindicales

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Cepsa ha expresado su intención de iniciar un proceso de consulta y negociación con los representantes de los trabajadores para tramitar un despido colectivo que afectará a la sociedad matriz del grupo y que afectará a las refinerías de la compañía en España, que se ubican en las andaluzas de Palos de la Frontera (Huelva) y San Roque (Cádiz), además de en Tenerife.

   Fuentes de Cepsa indicaron a Europa Press que la voluntad de la compañía es que el expediente de regulación de empleo (ERE) no supere los 250 trabajadores, si bien la cifra no es definitiva y debe ser consensuada con la representación de los trabajadores.

   El proceso afectará a la plantilla de Madrid y a la de las tres refinerías de la compañía en España, que son las de Palos de la Frontera (Huelva), Tenerife y San Roque (Cádiz).

   Cepsa explica en una nota que la adhesión al expediente por parte de los trabajadores que cumplan los requisitos que se acuerden será voluntaria y la extinción de su relación laboral se hará en las condiciones establecidas en el mismo.

   La decisión de tramitar este despido colectivo responde a causas organizativas y, en concreto, a la necesidad de adaptar la plantilla a la situación empresarial, a la dimensión de los negocios y a la nueva estructura de Cepsa.

   La sociedad a la que afectará el expediente será la Compañía Española de Petróleos SAU. En los próximos días se constituirá la comisión representativa de los trabajadores que integrará a su vez la comisión negociadora, a la que se le hará entrega de la documentación pertinente en este tipo de expedientes.

   Cepsa explica que esta documentación también será presentada a la autoridad laboral competente, momento en el que se dará inicio a un periodo de consultas y negociación, en la que la compañía y los representantes de los trabajadores "tendrán como objetivo llegar a un acuerdo".

   La petrolera controlada por el fondo árabe IPIC contaba con una plantilla global de 11.745 empleados a través del conjunto de sus sociedades a cierre de 2012, de los que 10.151 estaban radicados en España.

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