Cuando bajen las temperaturas y el suelo vaya cogiendo la humedad que debería ser característica del otoño, será el momento de plantar especies de árboles y arbustos propios de la vegetación natural de nuestra zona. La asociación de voluntariado GEA llevamos muchos años aprovechando esta época del año para llevar a cabo forestaciones participativas en diferentes entornos desarbolados de nuestro municipio. No hemos sido los únicos, y aparte de las numerosas personas y familias que se han sumado a cada mañana que hemos dedicado a plantar encinas, coscojas y otras especies, también hay asociaciones vecinales y otros colectivos y centros educativos tutelados por la Administración, comprometidos con esta tarea.
La responsabilidad de llevar a cabo las políticas forestales y las repoblaciones con las especies adecuadas no es de ningún ciudadano, sino de las diferentes Administraciones que tienen las competencias en esta materia y a las cuales debemos exigir permanentemente la conservación del patrimonio natural y su incremento.
No obstante, plantar o sembrar un árbol es una actividad muy apropiada para cualquier persona, por todo lo que aporta en sí misma: el enriquecimiento interior que se produce al promover deliberadamente la vida, sentirse cómplice de la naturaleza, inculcar el respeto a la misma, corresponsabilidad ante la necesidad de incrementar la diversidad biológica.
Los servicios ecológicos que proporcionan los árboles son inmensos en relación a la purificación del aire y los suelos, la suavización de temperaturas, la preservación de la humedad y el soporte de una mayor biodiversidad, todo lo cual, unido a los beneficios personales referidos, nos lleva a invitar a todo el mundo a participar en la plantación de árboles en este otoño y en los venideros.
Plantar árboles, aparte de ser una tarea muy gratificante y de alto valor pedagógico, requiere cierta técnica. No se hace de cualquier manera. Por ello la recomendación es que si no se tiene experiencia, primero se participe en forestaciones participativas para aprender y tener el contacto de especialistas a los que poder preguntar cuando se llevan a cabo iniciativas particulares.
¿Dónde? Lo más fácil es ayudar en las plantaciones colectivas que se lleven a cabo. También como iniciativa particular si se tiene la posibilidad de hacerse en terrenos desarbolados, lindes de fincas, cunetas de caminos, siempre y cuando se planten las especies adecuadas, para lo cual buscar siempre el asesoramiento especializado.
Por último, exigir que las Administraciones cumplan con su obligación respecto de la conservación y desarrollo de los bosques y otras formaciones arbóreas.
