El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha celebrado este miércoles la vista por el recurso de apelación que presentó el hombre condenado a 26 años y nueve meses de prisión por degollar a su hermana con un serrucho en 2020 tras salir la mujer de su vivienda en Mancha Real (Jaén).
El hombre fue condenado en marzo de 2020 por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén por los delitos de asesinato con alevosía y ensañamiento, quebrantamiento de medida cautelar, amenazas, atentado y dos delitos leves de lesiones pero éste recurrió la sentencia.
El abogado de la acusación, Francisco Manuel del Águila Ayllón, que representa a la madre y las dos hermanas de la fallecida, ha explicado a EFE que durante la vista ha desmontado todas las tesis de la defensa que a su entender solo intentan tergiversar los hechos probados de la sentencia así como las declaraciones de los testigos.
El letrado ha destacado que el abogado del acusado ha intentado desmontar los agravantes por los que fue condenado su cliente, la alevosía y ensañamiento además de negar las amenazas y el atentando de la autoridad "intenta que el caso se quede como homicidio para que la pena máxima sea quince años".
Francisco Manuel del Águila Ayllón ha lamentado que la defensa haya argumentado que todos los tribunales de jurado son parciales y ha subrayado que "estamos en un estado de Derecho.
El pasado 11 de febrero un jurado popular declaró culpable al procesado de asesinato por unanimidad y estimaron los agravantes de alevosía, ensañamiento y parentesco al considerar probado que cometió el crimen el 25 de septiembre de 2020 tras salir la mujer de su vivienda en Mancha Real (Jaén).
Los miembros del jurado consideraron probado que el acusado y sus hermanas mantenían una relación "conflictiva por discusiones y reproches en el seno familiar" que se agravó en el verano de 2019, después de una fuerte discusión.
En ese conflicto verbal las mujeres impidieron a su sobrino, hijo del acusado, que usara el trastero de la abuela al sospechar que lo podría estar usando para consumir y trapichear con marihuana.
La situación fue empeorando con discusiones de tal entidad que derivaron en diversas denuncias por insultos y amenazas en las que la víctima relataba sentirse muy atemorizada porque, según ella, él le decía que le iba a rajar o cortar el cuello.
En febrero de 2020, tras varias denuncias, el Juzgado de Instrucción número 1 de Jaén acordó, de modo cautelar, prohibirle aproximarse a la mujer a menos de 50 metros y comunicar con ella por cualquier medio.
La víctima lo denunció posteriormente en varias ocasiones por quebrantamiento y amenazas y fue precisamente tras declarar en el Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén por quebrantamiento de medidas cautelares cuando cometió el presunto asesinato.
El acusado tras abandonar las dependencias judiciales fue al domicilio de la madre y tras amenazas e insultos, sobre las 17.40 horas, se dirigió al domicilio de su hermana a la que esperó escondido hasta que la mujer salió de la vivienda.
Cuando ella salió la abordó por la espalda, la tiró al suelo y la inmovilizó y le serró el cuello "en reiteradas ocasiones como si estuviera cortando una rama" hasta "casi decapitarla" y acabar con su vida, según la sentencia, a la que tuvo acceso EFE.
Tras el crimen se dirigió con su vehículo al cuartel de la Guardia Civil y tras llegar a dichas dependencias les dijo que iba para entregarse pero cuando los agentes procedieron a su detención reaccionó de forma agresiva y causó lesiones a dos agentes al tiempo que decía "se lo merecía, no os tengo miedo, no me podéis detener porque he venido a entregarme y ella se lo tenía merecido".