“Estamos frente a terroristas que secuestran para obtener dinero”, precisó. El jefe de Estado mauritano indicó que su país no está en guerra contra Al Qaeda, sino contra un terrorismo local practicado por elementos procedentes de los países vecinos.
La banda mantiene secuestrados desde el pasado noviembre a dos cooperantes españoles, Albert Vilalta y Roque Pascual, sobre cuya situación se ha acrecentado la incertidumbre después de que AQMI ejecutara al rehén francés Michel Germaneau, secuestrado en abril en Níger.
El presidente calificó de “injusta” y de “contraria al Islam” la actitud de AQMI, que consideró “un combate perdido de antemano”.