Flanqueado por Agustín González, alcalde de Jaén y Alberto García, director de la empresa Tauroemoción, partió plaza Manuel Díaz “El Cordobés” para trenzar
un paseíllo inusual en el Coso de La Alameda, cruzando el albero para pregonar la feria que pone el punto final a la temporada taurina en España: la de San Lucas.
Diez años después de su última actuación en la plaza de toros de Jaén Manuel Díaz
“El Cordobés” vuelve a estar anunciado en la capital del Santo Reino, pero esta nueva cita será especial porque con ella pondrá fin a una carrera de tres décadas como matador de toros, convirtiéndose en una de las figuras más carismáticas del mundo del toro. Y prueba de ello fue la gran expectación que despertó este acto que por primera vez se celebró en el propio ruedo de la plaza de toros, desbordado ante la gran cantidad de aficionados y jiennenses que no quisieron perderse este encuentro de Manuel Díaz con la ciudad en que vivió su infancia y la tierra a la que está unida por vía materna ya que sus raíces familiares son del municipio de Huelma, donde nació su madre.
De la mano de Juan Belmonte, crítico taurino de Canal Sur, Manuel Díaz fue desgranando sus recuerdos vitales y profesionales en el mundo de los toros, con unos inicios nada fáciles y muy duros hasta que se cruzó en su vida el recordado “Comandante” Dorado, quien fuera su apoderado y que logró durante los años noventa sacar adelante su carrera como matador de toros.
No fue un pregón taurino al uso, sino más bien una entrevista muy personal en la que Manuel Díaz desnudó sus sentimientos y vivencias, despertando carcajadas y ovaciones a partes iguales. “El Cordobés” rememoró anécdotas de su niñez en Jaén, cuando residía en la calle Mesa en pleno barrio de San Ildefonso y se compraba dulces para él y su hermano Chema con el dinero que el dueño de una tintorería de la zona le obsequiaba como propina a cambiar de torear de salón a su corta edad, sus visitas al emblemático establecimiento “La Gamba de Oro” de la mano de su abuela o la desternillante historia de la vez que se le quedó encajada la cabeza entre los barrotes de hierro de la fachada de la Catedral.
“El Cordobés” reivindicó los valores de la tauromaquia en la sociedad actual, afirmando que ha entregado su vida por el toro bravo a cambio de jugársela constantemente.
Recibió el cariño de compañeros tales como Enrique Ponce, Matías Tejela, Miguel Abellán, Cristina Sánchez o “Espartaco” quienes se sumaron a este acto a través de mensajes de vídeo. Muchos de ellos lo acompañarán en su despedida el domingo 15, compartiendo cartel con “El Fandi” y el linarense Curro Díaz que sustituirá a Cayetano.