La Basílica Menor de San Ildefonso de Jaén está siendo objeto de una intervención para limpiar y consolidar algunas zonas de la fábrica de una de las torres, tras el desprendimiento de la basa de un pináculo ocurrido el pasado 3 de septiembre a causa del temporal. Desde entonces, la zona fue acordonada y pocos días después se levantó un andamio para el inicio de las obras.
Esta restauración se ejecuta ante esa caída de parte de la torre izquierda de la portada neoclásica de este templo de la capital, algo que ha explicado el arquitecto de la Diócesis de Jaén, Antonio de Toro.
Ese análisis ha permitido observar "cierta descamación en algunas de las piedras calizas de la torre, agravado en algunos casos por las humedades provocadas por las escorrentías de agua debido a la carencia de mortero entre las juntas de las piezas de la cornisa", relata Antonio de Toro.
En esa misma línea, remarca que a pesar de lo aparatoso que es el andamio, las obras son muy sencillas, pues se trata de una intervención "pura y meramente epidérmica en la piedra exterior".
De este modo, la primera tarea en los paramentos es la limpieza, que se centra en las zonas que tengan costra biogénica, restos de detritus, hongos, etcétera. Para ello, se procederá a un cepillado en seco con cepillo de alambres.
Igualmente, se prevé el rejuntado de las piezas de la cornisa superior, realizados en fábrica de sillería. Se limpiará la junta y se picarán las que estén sueltas y con riesgo de desprendimiento y se procederá a rejuntar la fábrica con mortero de cal.
Por último, se aplicará superficial en las zonas que lo precisen y que presenten un mal estado superficial de la sillería, utilizando para ello productos derivados del silicato de etilo.
Con respecto a la duración de la intervención, el arquitecto ha apuntado que no será larga. "No sé si para final de esta semana va a ser muy precipitado, nos han cogido dos días festivos por medio, pero para principios de la próxima sí debe estar todo ya concluido", ha comentado.
