Si la presión no hace efecto, debería de comenzar a hacerlo ya la tensión. La salida del Real Jaén ante el Atlético Malagueño corresponde a una cesión del elemento principal del fútbol, que no es otro que la pelota. La última vez en casa hablábamos de un grupo de rock había desafinado. Pero es que ahora parece que se ha cruzado Julio Iglesias de por medio para cantar aquello de `La vida sigue igual`. Y es que por mucho que duela a la afición lagarta, los ojos no ven en muchos casos compromiso y ve que el equipo sólo se sostiene en el primer tiempo con Javi Sánchez, Espín y un omnipresente Mario Martos, que está en plan estelar.
La victoria del Malagueño se fragua en el dominio del centro del campo. En tener la pelota, en tocar, en ser vertical y hasta en presionar. La derrota local pasa por ser un equipo que no es capaz de ofrecer una puesta en escena en su campo como la del que debe mandar. Cedió terreno, le dio el balón al filial del Málaga y pese a que trataba de llegar, todo fueron fuegos de artificio en los primeros cinco minutos. Ahí comenzó a aparecer el equipo de Funes, que borró al Real Jaén en un primer tiempo con la autoridad que le dió el primer tanto de Santaella a los 15 minutos.
Lo típico de estos casos es que el equipo que encaja el tanto trate de salir en busca de borrar una salida paupérrima, desafinada por completo y hasta con un once que parecía que miraba al compromiso de Copa del próximo miércoles. La reacción jiennense tuvo un claro protagonista en la figura de Mario Martos. Se echó a la espalda al equipo porque sabe el peso de este escudo y de esta camiseta. De él salieron las ocasiones más claras y los pases más precisos a un Iván Aguilar, poco inspirado en el remate final. El Malagueño controlaba el balón y era preciosista cuando movía la pelota, pero sus llegadas eran menos constantes que las jiennenses. A las acciones de Mario Martos, Iván Aguilar y Cancelo, el filial del Málaga tuvo en el 37 una para liquidar y dejar más tocado a un Real Jaén que creaba ocasiones a chispazos, que no por dominio del juego. Los locales las tenían pero las fallaban hasta llegar al vestuario a resetear y a ver como el once inicial sufría cambios para tratar de darle la vuelta al desatino y desafino que estaban ofreciendo.
La reanudación tuvo otro aspecto. Con Adri Paz y David León en el terreno de juego la película comenzó de nuevo. Otra imagen, otro equilibrio. Bueno, cuando menos un cierto equilibrio que no había ocurrido antes bajo ningún concepto. Los blancos se enchufaron en un arranque donde Iván Aguilar tuvo la igualada en el 54, pero volvió a fallar una vez más. El Malagueño sabía que el Real Jaén tenía que arriesgar y aprovechó más su control de la pelota para llegar, y para hacer inmortal la figura de un portero que es de otra pasta. Javi Sánchez hacía emocionar a la grada con dos paradas que son de esas que se hacen en Primera División. Brutal el portero jiennense que no cesaba de ser también protagonista y que de haber sido delantero ayer se habría ido con la pelota firmada por haber marcado algún hat trick incluso. Pero es que juega de portero. Y en su posición también se sufre como con el disparo de Chupete que se fue al palo y provocó el remate de Recio a gol para hacer el 0-2. Desde el suelo, es que no se puede hacer nada pese a la estirada que realizó.
El segundo tanto obligó al Real Jaén a dar un paso al frente como fuera. Era el orgullo y algo más herido. Era que parecía que se la había olvidado poner en hora el reloj. Y justo cuando ajustó las manecillas de su crono llegó un gol que lo volvió a meter en el partido. Lo firmó Iván Aguilar, ahora sí, cuando en su sexto remate lo mandó a la red. Había pasado un suspiro desde el tanto de Recio y esto metía a los locales en un partido que tenían cuesta arriba y que parecía les daba un respiro y un impulso para buscar el empate en los últimos 20 minutos. Pero la puntería desapareció en los últimos 15 minutos con cinco ocasiones de gol a las que solo les faltó empujarla a Gonzalo Guzmán, Erik Aguado y a Iván Aguilar. Por cierto que de por medio también hubo otro paradón de Javi Sánchez. El marcador no se movió por que si en el último partido en casa faltaba el último pase, ayer faltó la definición. Quizás por eso la propuesta que ha realizado Fernando Rodríguez de volver a La Victoria pueda ser contemplada más temprano que tarde. Tras una semana entrenándose con el equipo para llegar en buenas condiciones a Indonesia, donde juega en la actualidad, Fajardo ya conoce sus aptitudes y su predisposición para soportar la camiseta y el escudo del Real Jaén. Ganas no le faltan y su llegada puede ser por una ficha pequeña incluso, ya que desea volver a España por motivos personales.