El Hospital Universitario de Jaén ha realizado un total de 117 intervenciones quirúrgicas con el robot Da Vinci desde que comenzó a funcionar en abril del año 2022.
Así lo han indicado a Europa Press desde el referido centro sanitario, desde el que se ha explicado que esta modalidad quirúrgica permite realizar operaciones complejas con abordaje mínimamente invasivo y "proporciona una excelente calidad asistencia".
La Junta destinó una inversión de 2,9 millones a la puesta en marcha de este robot, de cuya implantación y coordinador del programa de Cirugía Robótica es el jefe de Urología, Juan Moreno. Precisamente, en operaciones de Urología comenzó a utilizarse el Da Vinci y después se sumó el servicio de Cirugía General.
Hasta el momento, se han llevado a cabo 117 intervenciones mediante este sistema: 72 prostatectomías radicales por cáncer de próstata y 20 linfadenectomías pélvicas --una de ella por cáncer de pene y 19 por cáncer de próstata--, con un total de 92 procedimientos en el servicio de Urología. A ellos se suman los 25 procedimientos de resección anterior del recto por cáncer en Cirugía General.
La cirugía asistida por robot permite mejorar la asistencia a los pacientes intervenidos con esta técnica, ya que reduce el tiempo de convalecencia, ofrece mayor seguridad, facilita la recuperación, y hace posible homogeneizar las maniobras quirúrgicas, de manera que es positivo para el cirujano y para el paciente.
Debido a su versatilidad, precisión y comodidad, ofrece a los pacientes una recuperación postquirúrgica más rápida y reduce el riesgo de complicaciones de la cirugía tradicional como el sangrado o menor daño de los tejidos, reintervenciones, transfusiones de sangre, fármacos para el dolor, o tratamientos por infecciones quirúrgicas, entre otras ventajas.
De hecho, la estancia media del paciente en el hospital se reduce, lo que provoca que a medio y largo plazo el sistema sanitario sea más eficiente, según se ha puesto de relieve desde el centro jiennense.
En el caso de las cirugías urológicas, mejora los resultados funcionales, especialmente el caso de prostatectomía radical, con una significativa menor tasa de incontinencia urinaria tras la intervención.
Las principales características del equipamiento tecnológico robótico para cirugía son la visión en tres dimensiones inmersiva y magnificada, lo que permite al cirujano ver el campo quirúrgico como si estuviera dentro del cuerpo del paciente, aumentando hasta diez veces el nivel de detalle.
Además, posee cuatro brazos robóticos que transmiten los movimientos de las dos manos del cirujano, permitiéndole mayor amplitud de movimientos, más precisión y eliminación el temblor del pulso. Todo ello combinado con las tecnologías más avanzadas de instrumentalización robótica y de software, que proporciona a los cirujanos una herramienta de gran valor para los pacientes.