La jornada del madrugón llega ahora para el Real Jaén. Es el viaje que muchas veces cuesta hacer porque la expedición del equipo blanco suele partir entre las cuatro o las cinco de la mañana hacia Málaga para después cruzar hasta Melilla. Es uno de esos desplazamientos un tanto ingratos, pero que hay que hacer cada temporada. Lo normal en anteriores temporadas, incluso era ir, traerse los tres puntos y que el regreso fuera lo más cómodo posible. Pero los tiempos en La Espiguera han cambiado en la última época con el representante melillense de Tercera Federación. Este Atlético Melilla no es la perita en dulce de otras temporadas y se ha convertido, pese a ser colista con cuatro puntos, en un rival complicado de superar. Las dos últimas jornadas ha sumado dos empates y en el banquillo se sienta un viejo conocido de Emilio Fajardo desde la pasada jornada, Miguel Ángel Berlanga. Y ojo que conoce bien al entrenador del Real Jaén, porque en otra época fue su segundo en otros banquillos. Sabe cómo piensa Fajardo, pero también el técnico de Benidorm sabe qué puede esperar Berlanga y ahí es donde estará la sorpresa.
El caso es que el desplazamiento ya es el primer escollo a superar. Las piernas se entumecen, el sueño hay que pillarlo de nuevo en el bus, el desayuno te pilla con el cuerpo casi cortado por el madrugón y hay que estar en el estadio una hora y media antes. Cuando menos, no es un plato apetecible, pero el Real Jaén se planta en La Espiguera con unas sensaciones que no son las de pereza. Los blancos han dado un paso al frente tras su brillante partido de Copa y el mágico primer tiempo de la semana pasada contra el Málaga City. Los de Fajardo ya están de nuevo en la zona de play off y en el tercer puesto, mirando al Huétor Vega y al Torremolinos para iniciar la caza desde este mismo compromiso, que es la antesala del primer tercio de la Liga. Pero también el de la etapa reina que tendrá que afrontar el Real Jaén tras volver de Melilla. Mancha Real, Torre del Mar, Almería B, Poli Almería, Torredonjimeno y Torremolinos serán los rivales con los que cerrar 2023, quedando el duelo en La Victoria contra el Poli Ejido para el 14 de enero , con el que se cierra la primera vuelta, y se terminan también las vacaciones navideñas.
El desplazamiento a Melilla también es indicativo de que el Real Jaén es un rival más peligroso a domicilio que en casa, de momento. Solo una derrota por la mínima en Huétor Vega evita que los de Fajardo cuenten todos sus partidos lejos de La Victoria con triunfos. Es un dato destacado porque a la evolución del juego en territorio propio el Real Jaén tendrá mucho terreno por delante para recuperar la desventaja con el líder. Siete puntos que pueden parecer una losa, pero que una vez activado el modo triunfo y la tensión por la persecución evita relajaciones como las que pudieran existir en Melilla, donde es difícil que Mauro pueda estar por unos problemas físicos, perdiéndose el viaje y un regreso a casa con pic nic y nada más terminar el encuentro para llegar a casa después de una jornada de esas que se llaman martonianas.