El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado íntegramente la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia de Jaén en la que
se condenaba a cuatro años de prisión a un hombre de 36 años por mantener una relación de pareja con una niña de 13 años con la que llegó a tener una hija.
Cuando se dictó la sentencia, en noviembre de 2022,
el acusado se encontraba en prisión por otros delitos, pero mantenía la relación con esta joven, actualmente con 19 años, y de la que dijo que no podía "prescindir".
Ahora, el TSJA rechaza en su sentencia el recurso de apelación interpuesto por la defensa del acusado que alegando que "ni la supuesta víctima ni su familia consideran que se aquella haya sido objeto de hecho delictivo alguno" y que la joven "muestra un grado de madurez superior al propio de su edad", extremos que rechaza el alto Tribunal Andaluz a la hora de confirmar la sentencia de la Audiencia.
El alto Tribunal Andaluz incide en su resolución que el acusado "no debió haber iniciado la relación y, en todo caso, debió haberle puesto fin cuando tuvo cabal conocimiento de la edad exacta de la menor por manifestación de la misma so pena de incurrir en la responsabilidad marcada".
Además, hace constar a la hora de desestimar el recurso que a pesar de la
condena impuesta y ahora confirmada, "el acusado resulta beneficiado en tanto la causa se ha sustanciado sin plantearse posible continuidad delictiva pese a la conducta permanente y mantenida que se enjuicia".
Hace ahora un año, la Audiencia de Jaén le condenó como autor de un
delito de agresión sexual a una menor de 16 años y se le aplica la reforma operada en el Código Penal por la Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre de garantía integral de la libertad sexual, popularmente conocida como sí es sí. El límite de la pena se sitúa ahora en seis años, frente a los ocho años de antes de entrar en vigor la nueva ley.
La sentencia establecía la rebaja de la pena en un grado y la dejó en cuatro años por no tener certeza de que el acusado conociera la ilicitud penal de su conducta, "duda que ha de resolverse a favor de reo", tal y como hace constar el tribunal.
Los hechos sentenciados y ahora confirmados por el TSJA se remontan a principios de 2018 cuando el acusado tenía 31 años y comenzó una relación con la menor que, según la declaración del acusado, le dijo que tenía 17 años, edad que él no puso en duda cuando unos amigos se la presentaron.
La verdadera edad de la menor, según indicó el acusado en el juicio celebrado el pasado 10 de noviembre, la descubriría meses después cuando la menor sufrió una crisis epiléptica y la trataron al área de pediatría del Hospital, pero "ya era tarde" porque "para mí ya era muy difícil prescindir de ella".
La menor y el acusado llegaron a vivir con la familia de la menor que permitían una relación en la que ella llegó a quedarse embarazada cuando tenía 14 años recién cumplidos. De esta forma, tuvieron una hija que les fue retirada por Servicios Sociales y que ya ha sido entregada en adopción.
Cuando en 2019 el acusado entró en prisión, dejaron por unos meses la relación, pero la retomaron nuevamente desde la cárcel y a día de hoy tanto él como ella aseguran que siguen juntos y "enamorados" y por eso el tribunal rechaza la indemnización de 3.000 euros solicitada por el Ministerio Fiscal.
El procesado dijo que la menor no aparentaba 13 años y que era "muy madura" para su edad. Ha negado también haberla obligado a mantener relaciones sexuales con él porque "todo fue consentido". "Yo la quería y no paré a preguntarme nada", ha relatado el acusado para justificar el haber seguido adelante con la relación a pesar de conocer que la que considera su pareja era una niña de 13 años cuando comenzó a salir con ella.
La joven también declaró en el juicio por videoconferencia y aseguró que el acusado no fue el primer hombre con el que mantuvo relaciones sexuales. "A mí me apetecía, lo quería y a día de hoy lo sigo queriendo", dijo la joven, que pronunció ante el tribunal frases como "me lo ha dado todo", "con nosotros se portaba muy bien" y "estaba enamorada de él y sigo enamorada".
También compareció en calidad de testigo la madre de la joven que ha dicho que su hija, a pesar de tener 13 años, "tenía la mentalidad de una persona de 20 años" y que ella no veía bien la relación, pero, "si ellos se gustaban y se querían, qué iba a hacer".
El caso de esta joven se destapó cuando desde el IES en el que estudiaba se contactó con Servicios Sociales por considerar que la niña podía estar siendo víctima de una situación de violencia sexual. A partir de ahí fue una reacción en cadena ya que ella se quedó embarazada e incluso tuvo que entrar en un centro de protección de menores.
La sentencia todavía no es firme y puede ser recurrida en casación ante el Tribunal Supremo (TS).