Norte, sur, este u oeste. Esos siempre han sido los puntos cardinales que hemos conocido. Los que se incrustaron en nuestro cerebro desde bien pequeños. Pero justo ahí, dentro de nuestro ‘disco duro’, se ha encontrado un atlas que puede ser realmente mágico por las aplicaciones futuras e inmediatas que ya tiene. Quizás es una de esas noticias que se adjetiva como la del siglo. Sabemos más y hasta de esas células que no eran tan conocidas, como los astrocitos y losoligodendrocitos.
Francisco José Esteban, profesor de Biología Celular de la UJA, relata qué sabemos ahora de un proyecto que comenzó en 2017 y que, a través de una red de investigación bajo las siglas BICCN se ha mapeado cada neurona y cada célula del cerebro. “De los 86 mil millones de neuronas que tenemos en el cerebro, se han estudiado más de tres millones, una a una, identificando más de tres mil tipos con funciones diferentes”, señala Esteban, que cataloga el hallazgo como asombroso en su artículo en ‘TheConversation’: “Se ha comprobado que cada una de las células estudiadas puede pertenecer a conjuntos específicosy con funciones distintas. Tenemos la capacidad de detectar, gracias al atlas del cerebro,qué tipo de neurona puede estar implicada en enfermedades como los tumores cerebrales, la epilepsia o la esclerosis múltiple, por ejemplo. Y las respuestas a estos estudios nos pueden proporcionar la información necesaria para establecer posibles tratamientosfrente a estas enfermedades”.
Una luz en un túnel que deslumbra quizás al unísono y junto a la Inteligencia Artificial, aplicada en este sentido para arrojar soluciones a otras alteracionesneurológicas que están relacionadas con trastornos como el autismo o enfermedades como el párkinson. “La investigación del atlas cerebral proporciona información antes desconocida,y nos muestra una perspectiva con la que entender cómo se desarrolla el cerebro a través de la comunicación y la relación que van estableciendo las neuronas entre sí y también con las células gliales. Y nos ayuda a entender a qué se deben las diferencias que se encuentran en el cerebro en el trastorno del espectro autista incluso desde las etapas del desarrollo embrionario. Y también a buscar soluciones que se puedan a aplicar en otros campos, como la lesión medular, estudios que se llevan a cabo por grupos muy prestigiosos en el Hospital de Parapléjicos de Toledo”, explica Francisco José Esteban, para quien la valía de cada uno de los esfuerzos realizados en todos estos trabajos permite un avance generalizado en el conocimiento del origen de las enfermedades neurológicas, pero también de aplicación en otras enfermedades. Es un paso de gigante para intentar llegar a la meta enla solución de problemas detan gran proporción como la alteración de las neuronas y sus conexiones en las enfermedades neurológicas y mentales.
