No estaba el día para sacar una entrada para ver al Real Jaén contra el Maracena. Y no estaba porque el club debe subsanar errores como hasta los de la impresora que no emitía las localidades pertinentes y hacía eterna la espera al solicitar una. Más de 25 minutos en muchos casos para poder acceder a presenciar un partido donde el Real Jaén cambió su dibujo táctico de forma obligada por la baja de Mario Martos. Esto hizo que Fajardo presentara una alineación con dos puntas para presionar, como viene siendo de costumbre, desde el inicio para tratar de desnivelar pronto el encuentro.
El Real Jaén basó su juego en esa búsqueda incansable de un tanto que le saciara la sed que le dejó el pasado fin de semana el empate a cero contra el Poli El Ejido. Y fue en el minuto 6 donde tuvo dos para contestar a un remate de Raúl Fernández que puso en aprietos a Javi Sánchez, que se lució con un paradón. Los dos disparos del ayer medio centro del Real Jaén fueron el aviso y el anticipo de otro de Adri Paz y otro de él mismo antes del primer gol del partido de Carlos Fernández al cuarto de hora.
Con ventaja en el marcador, el Real Jaén se sintió más poderoso y jugó casi a placer. Relajó un poco la presión hasta la línea de tres cuartos, consciente de que el rival fallaría en sus imprecisos pases para generar ocasiones de peligro. Ahí es donde el equipo de Fajardo o mató con un Óscar Lozano que era un puñal por el costado, aunque Fernando también buscaba desmarques para hacer el 2-0. Fue el motrileño finalmente el que puso un balón medido con escuadra y cartabón tras un pase filtrado de Adri Paz. La testa de Carlos Fernández hizo el resto para que la pelota se colara en la meta de David García de forma irremediable.
Con el 2-0 el Real Jaén levantó el pie del acelerador. Se sentía satisfecho con lo logrado y miraba a un rival que no sabía ni qué hacer con la pelota. Sin ideas el Maracena, los blancos dejaron pasar los minutos recuperando oxígeno para meterse en los últimos cinco minutos de partido donde Óscar Lozano quería seguir siendo el estilete de los suyos con internadas ahora por la banda izquierda y hasta disparando por encima del larguero. Fernando trató de secundarle pero en un remate donde trató de prolongar un centro lo atrapó David García de forma cómoda. Ahí se pudo hasta cerrar el partido pero solo se cerró la primera parte.
La salida al segundo tiempo, al que debió llegar alguno mientras esperaba la entrada que no se imprimía en la taquilla tuvo en el Maracena al dueño y señor del juego con los mismos protagonistas de la primera parte. Sabaca la tuvo en un balón que le calló dentro del área y que volvió a neutralizar el mejor portero del Grupo 9 de Tercera Federación. Pero ese síntoma de sueño, que el único que trataba de superar era Óscar Lozano, cristalizó pasado el minuto 12 de la segunda mitad cuando Somavilla cogió la espalda de la defensa local para hacer el 2-1 y comenzar a creer en su dominio y meterse en un partido donde el Real Jaén no estaba.
El despertador sonó a los 18 minutos de este segundo tiempo. Es como si los blancos se hubieran echado la siesta del obispo que se dice. Fue en un pase de Carlos Fernánedez a Cancelo que se internó y le dejó en bandeja a Óscar Lozano que tiró fuera ante el portal de David García. Luego vino otro remate de Fernando que se perdió fuera, pero el Maracena comenzaba a creer en sí mismo y en su filosofía para tratar de buscar el empate. Y lo tuvo Castillo minutos después pero ahí estaba de nuevo Javi Sánchez ante un Real Jaén que solo funcionaba a arreones y era muy desconocido al de la primera mitad, dejando el protagonismo a un Maracena que en los primeros 20 minutos fue muy superior.
Un disparo de falta que tuvo entre el palo y al portero del Real Jaén como protagonistas hacía evidente que el equipo de Fajardo se había caído pero se mantenía con vida con el marcador a favor . Las sensaciones eran malas y solo Javi Sánchez estaba atengo para sostener a los suyos que se sentían tocadísimos desde el inicio del segundo tiempo y desde que el Maracena marcó el 2-1.
Fajardo trató de frenar al Maracena poniendo un trivote en el centro el campo para protegerse porque el equipo hacía aguas y solo la banda izquierda con Moyano y Óscar Lózano emitía síntomas de peligro, pero eran estériles. El Maracena perdió, eso sí, el control del balón y el Real Jaén trataba de llegar con más corazón que cabeza pero era más impreciso que nunca. Impreciso, dubitativo y sin llegar, como cuando esperas una entrada. Casi parecía una falsificación de equipo, como si tuvieras una entrada que al final tachas la ubicación para poner otra. Eso era el Real Jaén en una segunda mitad nefasta y sin ideas. Hasta un posiblel penalti pudo costarle a los blancos dos puntos, pero el árbitro no lo vio punible. Pero el Maracena acorralaba a los jiennenses que sufrían muchísimo hasta que el final provocó pitada de la afición a una segunda parte desastrosa.
