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El Real Jaén sufre en la segunda mitad pero logra su cuarta victoria consecutiva

Pablo de Castro, Carlos Fernández y Joseliyo firmaron los goles que mantienen en el segundo lugar a los blancos a la espera del fallo del Torremolinos

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El Real Jaén firma su cuarto triunfo consecutivo en el Miguel Moranto

El Real Jaén está en un momento especialmente dulce. La cuarta victoria consecutiva y muy sufrida en el Miguel Moranto le da ese punch para avisar al Torremolinos que como se despiste, los blancos estarán atentos para levantarle las pegatinas. Pero el equipo de Fajardo debe tratar de sufrir menos. Sea como se dice una categoría tan complicada como dice el entrenador blanco, su equipo hizo un primer tiempo fantástico pero cuando sufre, lo hace en exceso y ahora llegará la etapa reina para medirse a los de arriba ante los que no ha logrado la victoria ante ninguno de los siete primeros clasificados.

La puesta en escena del Real Jaén fue como si quisiera poder realizar el entierro de la sardina que el agua ha cancelado en la capital. Sin prisa, mostrando unas virtudes que tiene el equipo de Emilio Fajardo que llevan viéndose lejos de casa durante los últimos partidos y con los refuerzos que han llegado, que le han dado un salto de calidad al equipo blanco. Parecía que el equipo no sabía nada más que ofrecer una fuerte presión en el bloque alto, pero ahora es un equipo más compacto, que sabe madurar a los rivales que tiene delante y que el equilibrio en la medular que le ofrece Juanma Porro es de esos de jugador con galones y muchísima categoría. Como la tuvo toda la primera parte un incombustible Óscar Lozano. Un puñal en su banda que desesperaba al Chocho Lozano y ante el que el motrileño se mostraba muy superior. No menos lo era un fichajazo como el que hizo el Real Jaén con Migue García. Vertical y con un centro de esos de dulce el extremo izquierdo ofreció también un repertorio de jugador de otra categoría que hacía que su equipo empujara a un Huétor Tájar fallón, ramplón y pegón. Una agresión de Antonio Fernández sobre Pablo de Castro quedó impune, pero el central debió crecerse tras esa acción porque en el minuto 36 hacía el 0-1 al mandar a la red un balón. Estado de gracia el del central de Algeciras, que abría el camino de la victoria para el equipo de Fajardo. El tanto hizo respirar al respirar al Real Jaén y ahí es donde el Huétor Tájar tuvo la suya para hacer la igualada, pero el sempiterno Javi Sánchez no estaba por la labor de bailar bajo la lluvia para ver cómo le marcaban un gol y salvó de nuevo a los suyos que volvieron a subirse a las barbas de los panciverdes para dejar el partido encarriladísimo antes del descanso cuando Carlos Fernández cazaba un balón y para con la punta de su bota firmar el 0-2 y poder mirar al partido del Torre del Mar con pausa, sintiendo que la ventaja ya con el cuarto, Atlético Malagueño se ponía en los cuatro puntos y con el Motril se situaba a ocho. El Torremolinos sigue mandando y eso lo sabía el Real Jaén, que quiso salir tras el descanso a dar un golpe en la mesa para que los malagueños sientan que los blancos están ahí y que su aliento les puede comenzar a llegar ya.

Pero la salida puso sobre el Miguel Moranto a un Huétor Tájar con más compromiso que en la primera mitad. Los panciverdes querían la pelota y los jiennenses no salieron con la misma precisión que en el inicio del partido y ahí comenzó un aluvión local que cristalizó en el 1-2 cuando Juanan batía a Javi Sánchez en el 53 para meter de lleno en el partido a los panciverdes. Un saque de esquina posterior y a favor local heló la sangre dentro del área pero el balón terminó fuera y solo quedó en un susto. Los blancos habían perdido el balón y el control de un partido que todavía tenía por delante un segundo tiempo y que no había terminado aunque pudiera parecer lo contrario y así lo demostró el Huétor Tájar.

Mientras estaba el Jaén en shock, Fajardo pedía para hacer cambios en el equipo. Mario Martos volvía al equipo después de su lesión y Joseliyo también hacía su ingreso al terreno de juego. Con ellos cambiaba el dibujo táctico para pasar a jugar con un solo punta y apuntalar con Mario el centro del campo. Los locales buscaban el pase largo desde su portero, mientras el Real Jaén se trataba de componer en la medular para no perder la línea, pero los panciverdes buscaban la espalda de la zaga visitante. Pero el que tuvo la ocasión fue Pablo de Castro al que le sacó Fidel el balón con un paradón. Esa intervención trajo otra ocasión local mientras el Real Jaén se desvencijaba y Javi Sánchez gritaba a los suyos para que la tensión siguiera presente.

La presión seguía poniéndola el Huétor Tájar, pero la clase que destilaba Óscar Lozano era lo más peligroso al sufrir un posible penalti que el colegiado malagueño no pitó. Si que se podía ver a un Javi Sánchez providencial también de nuevo en la segunda mitad con sus intervenciones. No pudo ser providencial Mario Martos, que a los diez minutos de su ingreso pidió el cambio al sentir una nueva molestia y para evitar un mal mayor dejó su lugar a Muñiz para poner más control en la medular donde el Real Jaén no era el dueño de la pelota ante un Huétor Tájar más incisivo y en el que la defensa blanca se fajaba de lo lindo para neutralizar las internadas locales.

Le tocaba sufrir al Real Jaén como si estuviera en La Victoria y el zafarrancho en defensa era total para los blancos, ayer de negro. Las salidas jiennenses no eran tan letales al no estar en el campo la velocidad de Migue García y Óscar Lozano. No era el mismo equipo el de Fajardo que lo pasaba realmente mal para evitar el empate del Huétor Tájar en las jugadas a balón parado. Parecía que el 2-2 estaba más cerca, pero un pase de mago de Adrián Paz a Joseliyo sirvió para sentenciar a cinco minutos del final el partido y sumar tres puntos que hacen que el Real Jaén sume su cuarta victoria consecutiva por primera vez esta temporada, síntoma de que el equipo va con la flecha hacia arriba. Pero aún faltaba un último arreón del Huétor Tájar porque Gadea recortaba en la prolongación distancia al hacer el 2-3 y dejar unos últimos instantes donde el corazón se puso a 200 pulsaciones por minutos para apuntalar el triunfo ante los panciverdes que estaban volcados en busca de un empate gracias a la pronlongación extra de un colegiado que estuvo perdido en el partido y en sus apreciaciones. No le sirvió los tres minutos de más a parte de los tres que se había marcado al Huétor Tájar porque el Real Jaén nadó bajo la lluvia y pudo cerrar la victoria con un triunfo.

Susto en el minuto 9

Una conmoción del local Alberto hizo saltar las alarmas en el Miguel Moranto cuando Alberto tuvo que ser rápidamente trasladado al hospital al sufrir un golpe en su cabeza, retrasando el partido unos minutos. La rápida atención en el terreno de juego propició el traslado del futbolista que estuvo en observación para ver la evolución tras el golpe.

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