El tan llevado y traído cambio de horario para los partidos del Real Jaén en casa hizo asociar a todos los que vieron la primera mitad del partido en La Victoria con la hora de la siesta. Quizás los partidos se atrasen hasta las cinco porque hasta que el campo no tenga el famoso contrato de luz nuevo habrá que jugar con eso de que los días se hacen más largos y claro, si se juega a las cuatro de la tarde, la torta que tiene uno encima es latente. Pero parece que también la tenían los protagonistas en el terreno de juego, porque lo que había que haber hecho era suprimir de un plumazo ese periodo, taparse y roncar un poco hasta las cinco cuando se iniciara la segunda mitad.
Y es que en esos primeros 45 minutos de juego en La Victoria no pasó nada. Se conocía el resultado del Torremolinos en Almería y se era consciente de que el Real Jaén tenía ante sí la posibilidad de recortarle al líder tres puntos. Y en ese sueño que estaba pegando por el pestiño de partido que salvo un disparo de Fernando que desvió Jorge Sánchez no hubo más que sueño. Será que ese sueño iba acompañado de una victoria, pero como los ojos se cerraban para no ver a un Huétor Vega especulador en el campo que le interesaba dormir más que al Real Jaén, poco se pudo ver.
Eso sí, lo del sueño piensen que lo dieron los más de 2.100 aficionados que acudieron al estadio. Es ese que lleva persiguiendo el Real Jaén desde que diera con sus huesos en una categoría que no le corresponde por su historia, pero que determinados mandatarios sí que parece que no les importaba demasiado. Será que también estaban fritos y con los ojos cerrados al ver cómo esta entidad se deshacía. Pero esto, más pesadilla que sueño, no se cruzó por el césped. En la primera parte casi nadie se enteró de que había pasado de largo y cuando uno estaba soñando más que nadie debió dar un ronquido de esos de tragarse la habitación. Y fue ahí donde el partido sí que empezaba, justo con el pitido inicial de la segunda parte.
Ahí sí que hubo tarea porque es como cuando te duermes y llegas tarde al trabajo. Algo similar le debió ocurrir al Real Jaén, porque los blancos salieron con otras armas al campo y tuvieron acorralado al Huétor Vega desde el minuto 48, cuando un defensa sacó el balón que se colaba tras el remate de Fernando. Era el aviso o la primera alarma que sonaba. Pero se paró esperando cinco minutillos más mientras te espabilas porque los de Emilio Fajardo continuaron con prisa, precisión y hasta gol. El de Pablo de Castro en el minuto 58 al empotrar el balón a la red tras otra de esas jugadas dentro del área rocambolesca. Era como dar un salto de la cama y ponerse en pie para salir pitando hacia el sueño real que tiene el equipo lagarto.
Sin Espín ni Joseliyo en Motril
El tanto hacía que lo que se había soñado en la siesta de la primera mitad fuera cobrando matices de realidad. Carlos Fernández, Espín , Óscar Lozano y Adrián Paz tuvieron ocasiones para tocar el sueño de la victoria antes del pitido final pero la puntería no anduvo fina. Menos la de un Huétor Vega que no jugó a nada y que cuando necesitó tirar del carro mucho control pero no encontró huecos porque los locales los tenían sellados a cal y canto. Ni con una prolongación excesiva llegó a inquietar al Real Jaén el equipo granadino porque no estaba en el sueño del Real Jaén y porque su paso fue testimonial por La Victoria, donde se sigue soñando. Con recortar puntos, pero quizás no haga falta que sean seis porque el Torremolinos tiene que pasar por aquí y se jugará con los blancos hasta el golaverage así que puede haber una finalísima también este año en la penúltima jornada. Pero eso es un sueño de momento que tendrá que continuar su curso en Motril la próxima semana para no despertarse tras lograr la quinta victoria consecutiva, estar más cerca del Torremolinos esta semana y encima derrotar a uno de los siete primeros por primera vez esta temporada. Para pellizcarse, pero mejor continuar en el sueño que hace que los de Fajardo no pierdan desde el 25 de noviembre pasado ante el Torre del Mar y ya estén mirando al Escribano Castilla donde Espín y Joseliyo serán bajas por cumplir ciclo de amonestaciones tras sus amarillas de hoy.
Emilio Fajardo
Pueden parecer muchos seis puntos pero al Real Jaén y a Emilio Fajardo le basta con mantener esta dinámica y esperar otro tropiezo de tres puntos del Torremolinos: “No dependemos de nosotros, pero ya dije que esto era muy largo. El equipo está preparado físicamente hasta para llegar al play off si fuera necesario, pero también es cierto que necesitamos un tropiezo más en forma de derrota del Torremolinos y si llega aquí con una ventaja de tres puntos estará en juego el golaverage. Si esto se da en la penúltima jornada, estoy convencido de que les ganaremos porque La Victoria será una caldera y no voy a parar hasta ver este estadio lleno y celebrando un triunfo en mayo o en junio”.
