Pueden sonar a las cuentas de la lechera, pero cuando uno tiene fe, eso mueve montañas y recorta hasta puntos. Los seis de diferencia que tiene el Torremolinos con respecto al Real Jáen ya no parecen un mundo y hasta si se mira desde otro prisma se pueden resumir en solo tres por la visita que tendrá que hacer el equipo de Antonio Calderón a La Victoria. En esa jornada, la 33 y penúltima de la competición, puede tener un sabor a final por el ascenso si los de Emilio Fajardo logran disminuir la distancia con el líder a tres puntos. Y lo tendría porque se jugaría un partido donde el golaverage estaría en juego y en una caldera como el estadio jiennense podría llevar en volandas a los lagartos.
Pero para llegar a esa final hay que seguir con la estela de victorias que está cosechando el Real Jaén. Cinco de forma consecutiva e invicto desde el pasado 25 de noviembre, el equipo jiennense está en un momento tan dulce que ya ha saboreado lo que es ganarle a un rival de los siete primeros clasificados esta temporada. Ahora tiene otra oportunidad frente al Motril de repetir lo mismo que hizo la semana pasada ante el Huétor Vega. Será en el Escribano Castilla donde lo del precio de las entradas trae cola también, pero donde más allá del dinero que deja cada vez que el Real Jaén viaja están tres puntos que son necesarios para seguir teniendo esa dependencia propia con la que apretarle al líder.
Para esto de ganar en territorio motrileño tendrá el Real Jaén que sobreponerse a tres ausencias. Espín y Joseliyo son bajas por sanción, pero también se queda en casa Mario Martos. Los cuidados con el centrocampista le han permitido ir entrando en el grupo ya, pero Fajardo prefiere no arriesgar porque entiende que este tramo final de la Liga será muy necesario tenerlo en plenitud para caminar por el sendero que desea el entrenador de Benidorm para llegar a esa penúltima jornada casi a jugarse el todo por el todo para lograr el ascenso directo, como ya hiciera el curso pasado con el Marbella.
En esto de recortar, también tendrá que tener el Real Jaén en cuenta que tiene siete partidos lejos de casa y que solo cinco serán en su territorio. La solvencia a domicilio de los blancos está fuera de toda duda, pero el calendario es más complicado que el de su rival en la carrera por el título. Por ello, quizás sea mejor ir acercándose y tratar de tener hasta un colchón que le pueda permitir al Real Jaén tener algún traspié por si luego las cuentas y su resultado no cuadran antes de la penúltima jornada de Liga. Y ya se sabe, para llegar hasta ese 5 de mayo hay que seguir el dicho de Luis Aragonés, aquel de ganar, ganar, ganar y volver a ganar.
