La recta final de la Liga está aquí. La de la fase regular al menos, que tendrá ese impás de la Copa de España a partir de la semana que viene entre el día 21 y el domingo de ramos 24. Los amarillos defenderán el título logrado en Granada en la fase final de Cartagena pero antes hay que pasar por el torneo doméstico y no despistarse para evitar caerse de la tercera plaza donde está el equipo de Dani Rodríguez pese a la derrota en la pasada jornada ante Valdepeñas.
Y es que es inevitable pensar en el torneo fetiche del Jaén Paraíso Interior, como también en la Copa del Rey que vendrá después de la fase regular de la Liga y se disputará en Sevilla entre el 18 y 19 de mayo. Son dos opciones para que los jiennenses toquen metal pero de por medio hay un partido que no se puede olvidar. Bien es cierto que es frente al colista, pero no por ello es menos importante. Noia Portus Apostoli llega al Olivo Arena después de caerse en la clasificación poco a poco con una trayectoria lleva de altibajos. Solo cinco victorias tienen en su haber el equipo gallego y tan solo una ha sido lejos de su 40x20. Fue precisamente ante el anterior rival del Jaén Paraíso Interior, Viña Albali Valdepeñas, y de eso parece que hace una eternidad. Se remonta a la jornada 5 del 14 de octubre. Desde entonces, más pena que gloria para un equipo que se planta en el Olivo Arena pensando cómo recuperar el terreno perdido con la zona de salvación y esto lo puede hacer hasta peligroso si los amarillos no salen enchufados como si fuera el primer partido de la Copa de España.
Si hay que mirar a la Copa, se mira, y quizás es ahí donde los de Dani Rodríguez puedan tomarse el partido ante Noia como un envite previo a la competición. Ahí es donde empieza la concentración y ahí es donde se inicia la defensa del título. Llegar con las pilas cargadas a Cartagena supone ganar un partido que mantenga a los amarillos en el tercer lugar de una Liga en la que la victoria ante el Barcelona en el último partido en casa le da una condición de favorito a todo, pero hay que volver a creérselo para no cometer el fallito ese de irse del partido dos minutos y encajar dos goles. Es el único matiz que tiene que pulir un juego vertiginoso, bonito, brillante y hasta sideral de un equipo llamado a todo este año, porque las grandes temporadas también se mejoran y esta también pasa por volver a pelear la Liga y la fase regular en estos últimos siete partidos, de los que tres se jugarán en el Olivo Arena antes del play off.
