Poco se puede decir tras abandonar el teatro Infanta Leonor con un sentimiento inmenso de emoción en el corazón. Ha sido gracias al regalo que Juan Luis Plaza Díaz ha hecho a Jaén en forma de pregón. Esta ciudad ya descuenta los días para vivir su Semana Santa, y Plaza ha sido capaz de hacernos viajar al Domingo de Ramos a través de la palabra.
En este Domingo de Pasión, Jaén se levantaba radiante y deseosa por escuchar su pregón de Semana Santa. Para ello, pregonero de garantías, pues su pasión por ella era elemento más que suficiente para gozar de un pregón a la altura de la Semana Santa de esta ciudad.
Antes de tomar la palabra, el acto fue iniciado por el obispo de la Diócesis de Jaén, Sebastián Chico Martínez. Tras el rezo del Ángelus, fue el vocal de Manifestaciones Públicas de la Agrupación de Cofradías, Juan Ignacio Cevidanes, el encargado de presentar el orden del acto. Posteriormente, se interpretaron dos marchas procesionales: Virgen de los Dolores y Virgen de la Estrella, ambas elegidas por el pregonero, como suele ser habitual. Acto seguido, el pregonero de la Semana Santa de 2023, Antonio Mesa, presentó a su sucesor, Juan Luis Plaza.
Pronto el protagonista de la jornada caló en el corazón de los asistentes a través de la palabra. Su pregón fue capaz de mantener en todo momento un clima de emoción, difícil de contener. Todos los ojos miraban hacia un escenario en el que lucían también elementos de la Hermandad de la Estrella, de la que Juan Luis Plaza es vicehermano mayor.
Juan Luis Plaza supo trasladar sus vivencias, sus anhelos y sentimientos con suma facilidad, y pudo hacerlo de manera similar a la realizada cada miércoles tras los micrófonos de ‘Pasión en Jaén’. Aprovechó esta ocasión para agradecer a sus compañeros su compromiso con este espacio comunicativo cofrade, así como a su familia, amigos y hermanos de la Estrella. Todos ellos estuvieron presentes en su pregón de una forma u otra, al igual que lo estuvo la Luna, la luz, el amor y la vida, como hilos conductores del mismo.
No faltaron mensajes reivindicativos desde el atril, mensajes directos a las propias cofradías, los hermanos de las mismas e incluso la propia Iglesia. Palabras que inquietaron a los asistentes y provocaron una ovación que se fue repitiendo en cada una de las partes del pregón.
Un pregón en el que cada cofrade pudo sentirse identificado, pues los costaleros, mantillas, hermanos de luz o bandas de música estuvieron representados. También, los itinerarios de las cofradías, marcados muchos de ellos por las cuestas propias de esta ciudad que ya se viste de gala para recibir como se merece al Señor y su Santísima Madre en apenas unos días.
Como suele ser habitual, el pregonero realizó el particular recorrido por cada una de las jornadas y hermandades de Jaén. A cada una de ellas le dedicó palabras repletas de amor y devoción, respondidas por el aplauso del cofrade asistente al pregón.
Todo ello fue ante de alcanzar el punto y final, el epílogo de un pregón que acabó como si de una faena de dos orejas y rabo se tratase en el mundo del toro. Un desenlace vibrante, en el que las lágrimas de muchos espectadores recorrieron sus mejillas. Un instante que también estuvo acompañado musicalmente por la marcha procesional ‘Virgen del Valle’.
Tras este final apoteósico, el presidente de la Agrupación de Cofradías, el alcalde de Jaén y el obispo de la Diócesis tomaron la palabra antes de cerrar el acto con los sones del Himno a Jaén.
