El final de la era Fajardo al frente del Real Jaén ha supuesto un cambio motivacional en la plantilla. La salida del entrenador de Benidorm ha dejado unos buenos números, pero ha destilado también un ambiente extraño y un juego que no parecía el mejor para abordar el ascenso en un play off. Tampoco parecía suficiente para dar caza al Torremolinos y se subrayaba también esa necesidad imperiosa de mirar los resultados con los equipos que pueden ser sus rivales en las eliminatorias por subir de categoría. Ante estos, el Real Jaén no ha sido capaz de ganarle a ninguno. Dos derrotas con el Malagueño, que le gana a los blancos el golaverage y están a tres puntos; una derrota por 3-0 ante el Torre del Mar y un empate ante el Almería B. Por adjetivar este balance, quizás habría que tildarlo de pésimo. Pero si se une la sensación de que el equipo ganaba sin demostrar poderío y más bien por los jugadores que por el planteamiento, el cambio en el banquillo parece justificado para abordar un tramo final de Liga en el que el Real Jaén todavía puede y debe competir para pelear por ese ansiado retorno a una categoría que no sea la Tercera División.
La llegada de Roberto Peragón al banquillo ha provocado incluso una brisa diferente a la que se respiraba semanas atrás. Un estilo nuevo, diferente trato y un concepto de fútbol en el que aquello de correr como un pollo sin cabeza y desfondarse en los primeros minutos es ya historia. Es evidente que hay que presionar, pero también jugar a otra cosa y ahí es donde la mano del entrenador madrileño se ha recibido con agrado desde el primer día que dirigió un entrenamiento. Control, proyección en ataque y seguridad defensiva. Tres parámetros básicos para no sufrir en el estreno de la nueva dirección técnica ante el Málaga City en el Vivar Téllez. Y es que los de Nerja llevan penando y buscando donde jugar media temporada. Esta semana será en Vélez y ese campo también beneficia al juego jiennense a poco que se pueda expresar la idea de juego de Peragón.
Para el duelo ante el Málaga City también hay que mirar a la herencia que dejó el anterior inquilino del banquillo. Pablo de Castro está lesionado por una rotura de fibras y Antonio Montiel está en la misma situación. La del capitán es una lesión motivada por una sesión extenuante unos días antes de la salida de Fajardo del Real Jaén. El central podría ser suplido por Mauro, pero también habrá que mirar a la baja que va a tener Peragón en el eje del centro del campo. Juanma Porro sufrió en la sesión del jueves un esguince de tobillo y al partido ante el Málaga City no llega. Momento quizás para Álvaro Muñiz que ya dejó un repertorio de juego importante ante el Córdoba B en el amistoso que se programó la semana pasada. El resto de protagonistas podrían ser los ya conocidos, pero amparados también en un concepto nuevo de unión, piña y juego que ha generado Roberto Peragón.
No será quizás el momento para mirar a la clasificación aunque el Real Jaén necesita ganar, ganar y volver ganar en este sprint final de la Liga donde quien sabe si un pleno de victorias todavía le daría para asaltar el liderato porque el Torremolinos tiene que pasar por La Victoria, y aunque su calendario parece más amable que el del Real Jaén, todos los equipos se juegan algo en las nueve jornadas que faltan. Si sorpresa pudo parece la salida de Fajardo, también puede darse otra con un ascenso directo, pero con otro estilo de juego más natural y futbolero.
