El Recinto Provincial de Ferias y Congresos de Jaén (Ifeja) ha acogido estos miércoles y jueves el
IV Encuentro Internacional de la Seguridad y Salud Ocupacional en el Sector Agrícola y la Industria Agroalimentaria, Agroseguridad.
Este evento
pretende dar una respuesta adecuada a las carencias y a las necesidades del tratamiento de la seguridad y salud laboral en la agricultura y la industria agroalimentaria, particularmente la asociada al olivar, contribuir a la difusión de los estudios y las mejoras prácticas en este campo y consolidar un foro permanente de intercambio, según ha indicado en la clausura la consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco.
Esta Consejería, a través del Centro de Prevención de Riesgos Laborales de Jaén, organiza el encuentro junto a Quirón Prevención, el Consejo General de Profesionales de Seguridad y Salud en el Trabajo, el Instituto Técnico de Prevención Seguridad e Higiene Industrial y Ferias Jaén.
Se celebra con carácter bianual desde su primera edición en 2018 y reúne a expertos, empresas, trabajadores, organizaciones empresariales y sindicatos, firmas del sector y de la prevención, instituciones, administraciones y todo tipo de agentes relacionados con la prevención de riesgos laborales. Se centra, sobre todo, en el sector agrario y, más concretamente, en el olivar y la industria agroalimentaria.
Visita de Blanco
Durante su intervención, Blanco ha explicado que
las pequeñas y medianas empresas van a contar este año con un 22 por ciento más de fondos para ayudas destinadas a que mejoren sus condiciones y equipamiento de seguridad laboral, gracias al Plan de Choque contra la Siniestralidad Laboral en Andalucía, pactado con sindicatos y empresarios.
Se trata de una
línea de subvenciones y que respaldan las inversiones que realicen las empresas en materia de seguridad laboral y están destinadas a microempresas y pymes, que pueden solicitar ayudas que están en una horquilla entre los 1.200 y los 15.000 euros.
Pueden cubrir hasta el 75 por ciento de las inversiones en aspectos como la sustitución de maquinaria antigua; instalaciones específicas para el control de contaminantes o la adquisición de sistemas inteligentes para el control activo de la protección de los trabajadores, por citar algunos casos que pueden acogerse a este programa.
La última convocatoria de 2023 de las ayudas alcanzó las 310 empresas con tres millones de euros de presupuesto distribuido, con algunas inversiones particulares del sector agrario que se acogen a este programa, como las centradas en incorporar dispositivos de prevención del vuelco de maquinaria; o medidas colectivas para la protección del riesgo de caídas en altura para trabajos en superficies frágiles, incluidos los invernaderos permanentes.