Después de haber sido despedido de su cargo como director creativo de la casa Dior, haber tenido que aguantar como la prensa mundial se le echaba encima y quedar como un enfermo antisemita, ahora uno de los demandantes defiende al diseñador gibraltareño asegurando que Galliano "no es racista".

Aquella fatídica noche del 24 de febrero cuando John Galliano fue detenido en un café de París tras ser acusado por una pareja de proferir comentarios antisemitas durante una discusión, fue cuando el declive de su impecable trayectoria profesional comenzó a hacerse imparable.

Ahora, el mismo hombre que interpuso la demanda ha dicho que el ex director creativo de Dior "no es racista, ni antisemita". En una exclusiva entrevista concedida al diario parisino Le Parisien, el demandante, identificado como Phillippe, afirmó que las palabras de Galliano no fueron más que una "provocación" dentro de una "discusión de bar".

Según su propia versión, el diseñador les abordó en estado ebrio y estuvo insultándoles "durante 45 minutos". Además, como siguió confesando, admitió que en un primer momento no cayó en quién era el conocido modisto y aseguró que "si no hubiera llamado a la policía", todo hubiera acabado en una gran pelea.

Además y siempre según Phillippe, los camareros de La Perle, establecimiento donde transcurrieron los hechos, en vez de intentar mediar, optaron por servirle otro "mojito" a un Galliano que ya iba bastante borracho.

Pero, finalmente, arrepintiéndose de cómo ha acabado todo, el demandante sentenció su entrevista con estas palabras: "John Galliano no merece esto. No quiero que se le destruya así". Mientras tanto, todo apunta a que el diseñador gibraltareño estaría rehabilitándose en una clínica de Arizona, en Estados Unidos, donde intentará superar su adicción al alcohol y las drogas.