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Primoz Roglic inicia la remontada en Cazorla, O'Connor ve las orejas al lobo

Este domingo se disputa la novena etapa entre Motril y Granada, de 178,2 kilómetros

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  • Primoz Roglic. -

El esloveno Primoz Roglic (Red Bull Bora) inició la remontada hacia el maillot rojo con una victoria contundente en la octava etapa de la Vuelta a España, disputada entre Úbeda y Cazorla, de 158,7 kilómetros. En esta etapa, el líder Ben O'Connor cedió un minuto y Enric Mas, segundo en meta, se subió a la tercera plaza del podio.

En un final explosivo hacia la meta elevada de Cazorla, Roglic tiró de orgullo, dejando claro que no quiere que se le escape su cuarta Vuelta. Tras el despiste de Yunquera, que lo puso a 4:45 de O'Connor, el esloveno empezó la remontada. Ganó la etapa tras un emocionante duelo con Enric Mas, recortó un minuto y dio la sensación de superioridad para firmar su victoria número 14 en la ronda.

Roglic se llevó el premio a la ambición. Atacó repetidamente en el ascenso final, devoró la fuga en la que estaba Oier Lazkano y evitó el triunfo de Enric Mas, a pesar de que el español tomó la delantera al final y trató de cerrarle el paso en las curvas.

Pero Roglic se mostró muy hábil, se coló al balear y lo remató. Alzó los brazos con un tiempo de 3h 38m 34s, a una media de 43,6 km/h. Le siguió a rueda Mas, ofreciendo su mejor versión, decidido a volver al podio de la Vuelta por cuarta vez en su trayectoria.

Mikel Landa fue tercero a 14 segundos, Tiberio cuarto, Carlos Rodríguez sexto a 21 segundos, y el maillot rojo, Ben O'Connor, a 45. Contando la bonificación, se dejó casi un minuto. Los hombres de la general se midieron la víspera del "etapón" que se espera este domingo en Sierra Nevada, con el doble ascenso a Hazallanas. Calor y altura serán rivales comunes para todos.

Escapada tardía en la etapa de los olivos

Úbeda, localidad Patrimonio de la Humanidad y la segunda ciudad europea con más monumentos por metro cuadrado, solo superada por Florencia, lanzó la etapa que iba a tener en el Parque Natural de Cazorla la tercera llegada en alto. Jornada de examen para probar la solvencia de O'Connor como líder y la reacción del buen puñado de corredores que aspiran a derrocar al australiano.

Inicio supersónico en la etapa del mar de olivos, más de 70 millones en la provincia de Jaén que marcan el paisaje con sus inabarcables hileras de árboles. Son aquellos que "no los levantó la nada, ni el dinero, ni el señor, sino la tierra callada, el trabajo y el sudor", como plasmó Miguel Hernández en Aceituneros.

Desde el banderazo de salida, hubo múltiples intentos de fuga. En la primera hora se cubrió la cifra récord de 51 kilómetros. Ningún ataque cuajó hasta que ocho hombres lograron el despegue. Dos españoles en vanguardia, Oier Lazkano e Ion Izagirre, junto a Vergallito, Sam Oomen, Le Berre, Mauro Schmid, Gijs Leemreize y Harold Tejada. Costó 60 kilómetros formar la fuga del día.

Tejada, colombiano del Astana, era el mejor clasificado en la general, a siete minutos de O'Connor. Por lo tanto, el pelotón no perdió los nervios ante esta aventura, que se fraguó antes de afrontar la primera dificultad del día: el Puerto Mirador de Las Palomas (2a, 7,3 km al 5,7%), coronado por la avanzadilla con 3:20 sobre el pelotón.

Roglic muestra su poder, Mas sube al podio, O'Connor aguanta como líder

La expedición de cabeza no se dejaba reducir, a pesar del ritmo que impuso en el pelotón el Israel Premier Tech, buscando la etapa para el canadiense Michael Woods. A 20 kilómetros de la meta, la ventaja era de 2:30 minutos. La fuga contra el pelotón se mantuvo hasta el ascenso final a Cazorla (1a, 4,8 km al 7,1%), último esfuerzo en otra jornada marcada por un calor insoportable, cercano a los 40 grados.

No hubo gran entendimiento en la fuga. Hacerse el remolón podía ser la tumba del septeto en fuga. No le gustó esa actitud a Tejada, quien atacó en un repecho a 14 kilómetros de meta. Tampoco le gustó a Lazkano, quien respondió con contundencia. Fue una apuesta por la etapa. Quedaron delante ambos corredores y el italiano Vergallito.

Tres contra todos, tres flojeando al límite de sus fuerzas, ante un grupo que se seleccionó bajo el impulso de Roglic. Palabras mayores. El esloveno, ganador de tres Vueltas, tomó la palabra. Atacó a fondo a tres kilómetros de la meta, llevándose a rueda a Mas, Carapaz, Carlos Rodríguez y Kuss. Sin embargo, apenas pudo aguantar ese zarpazo Ben O'Connor.

Tomó nota Roglic, quien replicó apenas un kilómetro después con otro zarpazo, con la única respuesta de Enric Mas. Se fueron solos. Nadie pudo soldarse a las ruedas del esloveno y del balear, quienes iniciaron un duelo muy interesante.

En el tramo más empinado, Mas soltó su carta, poniéndose delante de Roglic, cerrándole el paso en las curvas y ganando metros para intentar volver a ganar en la Vuelta, algo que no consigue el líder del Movistar desde 2022. Parecía que llegaba el gran día, pero Roglic se las sabe todas. Insistió, buscando los huecos imposibles, y encontró la fórmula acelerando en los últimos 50 metros. Ataque definitivo. Inapelable.

Era la victoria número 86 de Roglic en su palmarés, muy significativa, pues vino cargada de orgullo y rebeldía. Fue un aviso de que la remontada está en marcha. Y, a su lado, la ilusión de Enric Mas. Ha vuelto su mejor versión, y el podio no es una quimera. Ahora llega Sierra Nevada, examen clave.

Este domingo se disputa la novena etapa entre Motril y Granada, de 178,2 kilómetros.

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