Caminar juntos de la mano es el objetivo de Cáritas Diocesana de Jaén al hablar de las personas sin hogar. Este jueves, el centro de la capital jiennense ha acogido un entrañable acto, previo al Día de las Personas sin Hogar, que se celebra este domingo. ‘Caminemos juntos’ es el lema de la campaña de este año, y así se ha dado a conocer en esta jornada con la presencia de unas 200 personas en la calle Roldán y Marín.
Sonia Quirós, responsable del Programa de Personas sin Hogar de Cáritas y directora del Hogar Santa Clara, exponía la necesidad de “poner a las personas en situación de sin hogar en el centro de nuestra mirada política y social, defendiendo una perspectiva global de derechos que facilite un proceso integral de inclusión”. En ese mismo sentido, añadía que “toda persona y familia tiene derecho a disfrutar de un hogar digno y adecuado, permanente y en paz”.
Según concreta, en el contexto actual las situaciones de exclusión son mucho más severas, especialmente en el plano psicoemocional; el problema de la vivienda se agudiza, con alquileres insostenibles, falta de vivienda pública y de protección social; la precariedad laboral dificulta a muchas personas vivir con estabilidad, y la exclusión se agrava con situaciones de irregularidad administrativa. La grave situación de exclusión, invisibilidad y sufrimiento que sufren las personas sin hogar hace que el trabajo de Cáritas tenga un eje preferencial con este colectivo. “Para nosotros es prioritario responder de manera integral a las necesidades que estas personas presentan, siempre desde el objetivo de establecer un acercamiento e iniciar procesos encaminados a la recuperación de la autonomía y la inclusión social”, apunta Quirós.
Durante el pasado año, el número de personas atendidas por este programa de Cáritas en Jaén fue de 365, de las que 9 de 10 fueron hombres, mayoritariamente entre los 25 y los 55 años y, en cuanto a la procedencia, la mitad son españoles. La mayoría están solteros, tienen una baja formación y escaso o ningún apoyo familiar.
Como apunta la campaña de Cáritas, el camino de las personas sin hogar es largo y a menudo está lleno de dificultades que limitan el acceso a derechos y servicios imprescindibles para la recuperación de la autonomía y la inclusión. Así, la situación del sistema de atención a la salud mental es grave. “El acompañamiento a personas con trastorno mental y con circunstancias sociales desfavorables está recayendo en entidades sociales por falta de seguimiento de los servicios de salud”, denuncia Quirós. En cuanto a la cuestión de la garantía de ingresos mínimos, supone un laberinto burocrático, lo que se añade a la importante brecha digital y la falta de medios para superarla, entre otras cuestiones.