La Fundación Internacional para los Derechos Humanos y la Tolerancia (IHRF-España, con las siglas en inglés) condena "los ataques xenófobos y comentarios despectivos" que ha sufrido en redes Layla Dris Hach-Mohamed, jefa provincial de la Policía Nacional en Jaén. Los ataques están siendo investigados por los servicios jurídicos de la Dirección General del Cuerpo.
"No sólo constituyen un ataque personal, sino también una agresión contra los principios de igualdad y no discriminación consagrados en el artículo 14 de la Constitución Española", expresa IHRF-España en un comunicado hecho público hoy, al tiempo que muestra el respaldo a la agente, quien tomó posesión del cargo la semana pasada.
Algunos de los insultos vertidos en redes sociales se expresaban en términos como "mora" o "infiltrada". Las reacciones para defender a la agente se han sucedido en las últimas horas. Rachid Bussian, diputado de Coalición por Melilla, ha defendido la agente. "No salimos del asombro al comprobar la ola de odio y xenofobia que ha generado en ciertos sectores el nombramiento de la melillense Layla Dris Hach-Mohaemd como comisaria jefa provincial de la Policía Nacional en Jaén", ha dicho.
En la misma línea, IHRF-España remarca que la naturaleza pública de los mensajes en redes sociales agrava "su impacto", pues contribuyen a la difusión de ideologías que perpetúan "la intolerancia, la violencia y la discriminación".
Acerca de la figura de la agente, la fundación realza su "ejemplo de compromiso, valentía y profesionalidad", que merece "el respeto y reconocimiento" de toda la sociedad.
La ayuda de las empresas tecnológicas
IHRF-España insta a las autoridades judiciales y a los Cuerpos de Seguridad que actúen "con firmeza" para identificar a los responsables, sancionar las conductas y enviar un mensaje contundente: "Este tipo de acciones no tienen cabida en una sociedad democrática".
También pide implicación a las empresas tecnológicas para erradicar discursos de odio y posibilitar una sociedad "más justa, inclusiva, igualitaria y democrática".
La fundación entiende que el silencio y la pasividad frente al odio conduce a "la legitimación y perpetuación". "Igualmente, exhortamos a plataformas digitales para que refuercen sus políticas contra el discurso de odio, cumpliendo con las disposiciones del Reglamento de Servicios Digitales de la Unión Europea, que exige la eliminación rápida y efectiva de contenidos que inciten a la discriminación o la violencia", concluye.