Cuando Fernando Pérez, este año pregonero de la cuadrilla de Cargaores Ecce Homo y Nuestra Señora de la Salud, me llamara para contribuir en su pregón de exaltación a tan insigne personaje, una vez lo comuniqué al resto del grupo, todos quisieron “arrimar el hombro” para hacer realidad cantar dentro de la iglesia, conmemorando la labor que este personaje desarrolla en nuestra Semana Santa.
En Andalucía y concretamente en los pueblos de Cádiz, la Semana Mayor tiene estrecha relación con el carnaval. Incluso algunos periódicos publican sátiras como “Dª. Cuaresma y Don Carnal”, que aunque con hechos contradictorios, alguna manera aluden a un entendimiento que cada uno lleva a su manera. En Barbate, como en la mayoría de los pueblos de Cádiz, hay un profundo sentir que ha ido pasando de generación en generación hasta conformar que los pasos de penitencia cubran todos los días de la Semana Mayor, haciendo realidad la trascendental religiosidad que siente nuestro pueblo. No se entiende que tan profundo sentir no tenga una continuadora relación con la asistencia a misas y otras cuestiones relacionadas con la iglesia. Al parecer, su liturgia eclesiástica queda muy lejana para los jóvenes; que sí realzan con fervor las procesiones, apoyando la fe de sus mayores mediante esa imaginería que nos sobrecoge cuando una saeta “rasga el silencio de la noche” calando los corazones y estremeciendo nuestras conciencias, mucho más que oraciones y homilías caducas y repetitivas.
La juventud, cada vez soporta menos castrados cortapisas que imponen rezos y liturgias tan lejanas como la torre de Babel… Prefieren mostrar su fe a la imaginería barbateña antes que oír anticuada palabrería de ángeles y profetas, con la sola encomienda de coartar la natural libertad del “Dios de Spinoza”. Muchos gerifaltes de colores litúrgicos tienen percepciones distintas sobre estas manifestaciones religiosas, pero ocultan sus miedos observando el apoyo que profesa la juventud en Semana Santa.
Cuando el burgo se inclina por esta religiosidad popular, alineándose con Hermandades y Cofradías, que luchan durante todo un año para que la obra de aquel humilde judío perdure en nuestras conciencias, desechando claramente el apego religioso de misas, solideos y sotanas; más preocupado por los bienes materiales, cuyo megalítico poder económico es tan abominable que solo quiere atesorar riqueza, pierde toda la legitimidad que el buen San Pedro simbolizara en aquella primera piedra, que en la actualidad solo intenta acaparar bienes terrenales. Recordemos que monseñor Rafael Sornoza, Obispo de Cádiz, está empeñado en administrar un cementerio que fuera donado por el Conde de Barbate, y que el cura Manuel López, testamentara como bien parroquial destinado al sostenimiento de la Iglesia San Paulino y reparto equitativo a través de Cáritas a los más pobres, solidaridad paralela con nuestras hermandades, que a través de sus’bolsas de caridad’ también ayudan a los más necesitados de Barbate. Sin embargo, tan avispado obispo lo quiere atribuir a la ya inmensa riqueza del Vaticano, o vete tú a saber.
En fin, que gracias a Don Fernando Pérez, estos cargaores, más convencidos a “golpes de hombro que de pecho”, estaremos eternamente agradecidos por dejar colaborar en su pregón a la comparsa ‘Cargaores Gaditanos’. Nos sentimos halagados de haber contribuido a la exaltación del “cargaó”.