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Desde mi azotea

Crónica de una muerte anunciada

Y a la afición le doy un diez. Es increíble la fe que han tenido en este equipo. Si los jugadores hubieran tenido nada más que la mitad de ella...

Publicado: 08/05/2025 ·
11:44
· Actualizado: 08/05/2025 · 11:44
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Autor

José Antonio Jiménez Rincón

Persona preocupada por la sociedad y sus problemas. Comprometido con la Ley y el orden

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Es fácil escribir hoy sobre el San Fernando CD y su descenso a la Tercera Federación, o sea, a la que sería la Regional Preferente de hace unos años. Un equipo que viene de estar en la Primera Federación desde la cual se podía ascender a la Segunda División profesional del fútbol español y mira donde estamos. Como digo en el título de este artículo, era una muerte anunciada, pero no por la nefasta temporada de este año, no, sino porque viene ya desde que estábamos en Primera Federación y perdimos los dos últimos partidos por goleada en Linares y en Granada. Solo necesitábamos ganar al menos uno de dichos partidos ante equipos que estaban descendidos. No hubo reacción y ya, desde muchos partidos antes, no se tomaron medidas de echar a medio equipo de malos que son y haber fichado algunos y utilizado otros de la cantera. Entonces hubiéramos pasado a la Segunda Federación con más garantía y más vergüenza y a lo mejor no estaríamos hoy en la Tercera.

Sé que es muy fácil criticar ahora, pero esto no es una crítica, es una reflexión sobre unos jugadores que debieron dar la cara en el terreno de juego y no solo en la ventanilla para cobrar. La mayoría de los jugadores, de fuera de nuestra ciudad, no han sentido los colores azulinos. Les han importado un pimiento el equipo y el club, porque ellos se marcharán y seguirán jugando en estas categorías y cobrando de otros clubes ilusos, mientras el San Fernando CD se queda hundido. Salir de la Tercera Federación para, posteriormente, hacerlo desde la Segunda Federación y volver a la Primera Federación -lugar que al menos nos corresponde- obligará al equipo a ser líderes durante dos años o jugar una promoción de ascenso que no se sabe cómo puede salir. Conclusión: será muy difícil salir de este pozo en el que nos han metido unos jugadores que no merecen ni un euro de liquidación porque no se lo merecen. Aunque ya se sabe que si no se paga, se tiende a la desaparición del club.

La opción Bugatto, hombre de la casa, tampoco salió bien pues cogió al equipo en muy malas condiciones y, por mucho que lo intentó, no hubo reacción ni se mejoró en el juego. Es una persona de la casa pero que no tiene experiencia en estas categorías porque no las ha entrenado nunca. Y así es muy difícil hacerse con un vestuario tan calamitoso. Hizo lo que pudo con mucho mérito, porque los jugadores hicieron lo que les dio la gana y no lo ayudaron. Quizás sea ahora cuando pueda entrenar el equipo desde el primer escalón, con sus jugadores y sus ideas técnicas.

Y para colmo de los colmos con haber ganado al Mirandilla al menos hubiéramos jugado la promoción; y van y nos meten un 2-0, un equipo al que no le valía ni ganar para mantener la categoría y que ha descendido como el San Fernando. Aquí poco favor nos ha hecho el Cádiz CF. Nos ha pagado con la moneda que bastantes aficionados conocen. No decían muchos que al Cádiz ni agua. Pues mira por dónde ha salido el agua.

Ahora todo el mundo abandona la nave. ¿Dónde está ese inversor que nos iba a llevar al fútbol profesional en pocos años? Pues huyendo como las ratas. Se esperaba. Ahora solo queda que en esta categoría regional no gastar dinero en jugadores de fuera sin garantías y formar un equipo de la cantera con algunos refuerzos para, si no es este año, el que viene podamos ascender de categoría e ir subiendo peldaños, muy difíciles pero necesarios. Y a la afición le doy un diez. Es increíble la fe que han tenido en este equipo. Si los jugadores hubieran tenido nada más que la mitad de ella no habrían descendido.

Recuerdo, como muchos aficionados, aquel CD San Fernando que jugaba en el Marqués de Varela y esos llenos del campo, con jugadores casi todos de La Isla. Se partían el pecho y se jugaba con mucha fuerza, tanto física como mental. Y éramos un equipo respetado. Hoy es una pena lo que queda de aquel CD San Fernando que incluso perdió su nombre por la quiebra.

Finalmente, reiterar que lo mejor han sido los aficionados y lo peor, con creces, toda la junta directiva, equipo técnico y jugadores. Una pena haber llegar aquí en dos años. Más bajo no se puede caer. Dicho esto, aúpa San Fernando, a volver a renacer.

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