Jaén vivió el sábado un día inolvidable con un desfile de recreación histórica sin precedentes, organizado por el Patronato Municipal de Cultura para conmemorar los 1200 años de su capitalidad, dentro de las Feria y Fiestas de la Virgen de la Capilla. Miles de jiennenses y visitantes se dieron cita para presenciar un viaje en el tiempo, protagonizado por más de 400 actores, actrices, bailarines, figurantes y músicos, que recrearon con gran detalle los siglos IX al XV de la historia de la ciudad.
La concejala de Cultura, Turismo, Fiestas y Patrimonio, María Espejo, destacó que el evento sería “una oportunidad única” para revivir la historia de Jaén, desde la fundación de la ciudad en el 825 bajo Abderramán II hasta el Renacimiento. Las expectativas se vieron superadas con una procesión vibrante que combinó tradiciones, música e interacción con el público, logrando “entender y conocer de cerca nuestra historia de un modo divertido”, según Espejo.
El desfile partió desde la Plaza de Santa María con la majestuosa entrada de Abd Al Rahman II, Emir Omeya de Córdoba, acompañado por una escuadra mora con marchas tradicionales. La época musulmana brilló con la participación de la comparsa de Moros y Cristianos de Cúllar-Baza (Granada), que aportó autenticidad a la escena, y una vibrante recreación del siglo XIII con el Rey Al-Hamar, su esposa Imán y su séquito, interpretados por asociaciones de Arjona.
La escuadra cristiana tomó el relevo con una entrada triunfal que simulaba un pueblo rural, con soldados, arqueros y percusionistas que cautivaron al público. El momento cumbre fue la llegada del Rey Fernando III, acompañado por la reina Juana, el obispo Jiménez de Rada, monjes y soldados, precedidos por un ballet de caballeros cristianos con banderas y música.
El desfile culminó en el Renacimiento, trasladando a los asistentes al año 1470 con la figura de Don Miguel Lucas de Iranzo, Condestable de Castilla y Alcaide de los alcázares de Jaén, acompañado por músicos con instrumentos de la época y figurantes que cerraron con broche de oro esta experiencia histórica.
Sin duda, este evento quedará grabado en la memoria de Jaén como un homenaje único a su legado, uniendo pasado y presente en una celebración que ha emocionado a todos los asistentes.
