Plantean ampliar La Rosaleda con gradas sobre el Guadalmedina y la avenida de la Palmilla

Publicado: 19/06/2025
La reforma diseñada por Morph Estudio y HCP Arquitectura permitirá aumentar el aforo hasta 45.000 espectadores para que Málaga sea sede del Mundial 2030
El Estadio de La Rosaleda se encuentra a las puertas de la mayor transformación arquitectónica de su historia. Este viernes, la junta de gobierno local de Málaga aprobará inicialmente el estudio de detalle urbanístico que permitirá su ampliación y rehabilitación, un paso clave hacia su inclusión como sede oficial del Mundial de Fútbol 2030. El proyecto se apoya en los diseños de Morph Estudio y en la propuesta de ordenación de HCP Arquitectura, dos firmas que colocan la arquitectura en el centro de esta ambiciosa renovación.

Las administraciones propietarias del estadio —Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía— han trabajado de forma coordinada desde que, en 2024, presentaran la candidatura para que La Rosaleda fuese una de las sedes del Mundial. Con la ratificación por parte de la FIFA en diciembre del mismo año, comenzó una planificación técnica y urbanística que ahora entra en su fase decisiva.

El rediseño contempla una ampliación del aforo de 30.000 a 45.000 espectadores mediante la demolición de la actual grada alta y la construcción de una nueva, con mejores condiciones de visibilidad, accesibilidad y evacuación. El estadio ganará un segundo nivel que ofrecerá mayor confort y mejorará la experiencia de los asistentes, cumpliendo con los requisitos de FIFA y la normativa nacional.

Una de las mayores complejidades del proyecto reside en su integración dentro de un entorno urbano consolidado, entre el cauce del Guadalmedina y la avenida de la Palmilla. Para solventarlo, se permitirá la construcción con “vuelos” sobre el río y el viario, ampliando la huella del estadio sin afectar de forma crítica a las estructuras ya existentes.

Además de las nuevas gradas, se habilitarán espacios clave bajo el segundo anillo para usos obligatorios del evento, como áreas de prensa, hospitalidad, zonas técnicas y servicios. La distribución a lo largo de todo el perímetro del estadio evitará aglomeraciones y grandes desplazamientos internos, lo que supone una mejora notable en seguridad y eficiencia.

El estudio de detalle —tramitado por vía de urgencia por razones de interés público— modifica la ordenación de los volúmenes, permitiendo una altura máxima de 55 metros para el nuevo estadio. También incorpora reajustes del viario circundante, incluyendo parte de la avenida Luis Buñuel y de la Palmilla, que quedarán ocupadas parcialmente por la nueva infraestructura.

Entre las actuaciones urbanas destaca un nuevo acceso desde la avenida Valle Inclán, que se habilitará en una zona libre de edificaciones de una parcela social. Esta medida no afectará a edificios en uso como la sede de la Asociación NAIM o el centro de transformación existentes, garantizando la operatividad de los espacios colindantes.

El plan también incluye una parcela actualmente independiente, situada al norte del estadio, que no interfiere con las instalaciones de ningún centro educativo cercano. En total, la superficie objeto del estudio alcanza los 59.081 metros cuadrados, lo que permitirá una ordenación más lógica y funcional del entorno de La Rosaleda.

Una de las soluciones más innovadoras del proyecto es la instalación de “puentes plaza” sobre el encauzamiento del Guadalmedina, pensados para facilitar la evacuación masiva del estadio en caso de emergencia. Esta solución técnica, de alto impacto visual y funcional, refuerza la apuesta por un recinto seguro, moderno y perfectamente conectado.

Con esta intervención, Málaga no solo persigue un estadio preparado para el Mundial, sino también un símbolo arquitectónico que coloque a La Rosaleda entre los recintos deportivos más vanguardistas de Europa. La alianza entre instituciones públicas y estudios de arquitectura marca el inicio de una nueva era para el fútbol y la ciudad.

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