Los comerciantes rondeños han decidido mantener el tradicional período de rebajas de verano pese a haberse liberalizado el comercio a principios de año y estar permitidas todo tipo de ofertas y promociones en las pequeñas tiendas, que no en las grandes superficies, en cualquier momento del año. Con todo, los empresarios de la ciudad, como ocurre en buena parte de España, no han querido desaprovechar los hábitos de sus consumidores, que cada año recurren a las rebajas de verano teniendo como referencia la primera semana de julio para su inicio, y ofrecer así descuentos en sus artículos que, en algunos casos, ya alcanzan hasta el 80 por ciento.
"Los datos nos dicen que, pese a haberse liberalizado el comercio, más del 70 por ciento de los negocios ha optado por respetar el tradicional período de rebajas de verano", explicaba a RONDA SEMANAL Ignacio Medina, el portavoz de Apymer, quien reafirmó cómo los descuentos "van desde el 30 hasta el 50 por ciento en la mayoría de los casos, si bien hay descuentos muy agresivos de hasta el 70 e incluso el 80 por ciento", afirmó.
El paro y la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores vuelve a marcar este período de rebajas, que llega tras una mala campaña de primavera debido al mal tiempo. Es por ello que los comerciantes confían en que "este período suponga, como es habitual, hasta el 25 por ciento de las ventas anuales de un negocio", explicó Medina, al tiempo que no dudó en asegurar que se dan casos en que los comerciantes apenas obtienen beneficios a cuenta de los importantes descuentos: "Cuando alguien vende un producto con un descuento del 80 por ciento, si no pierde dinero al menos no gana. Lo que ocurre es que los empresarios tienen que deshacerse de determinados productos". El portavoz de Apymer concluyó afirmando que "otro de los lastres sigue siendo la falta de crédito, que impide a muchos comerciantes hacerse con los artículos necesarios para su venta". Debe recordarse que los cambios normativos permiten rebajar cualquier producto, ya que si bien antes se obligaba a que los productos rebajados hubieran estado a la venta hasta un mes antes, ahora sólo se especifica que deben haber estado a la venta en algún momento anterior. Además se modifica el concepto de las promociones, permitiendo realizarlas en cualquier momento e incluso que el establecimiento compre determinados productos para venderlos directamente como promociones; los saldos se refieren solo a productos deteriorados, mientras que en las liquidaciones aumentan de tres meses a un año el plazo máximo para realizarlas. La información al consumidor, en todo caso, sigue mandando, al estar obligados los comercios a explicar cada una de estas decisiones con carteles.
"Hemos comenzado bien, aunque se nota la crisis. Con todo, como estamos a primero de mes, se notan los cobros y la tienda está animada. Ocurre igual cada día 10, cuando cobran las prestaciones las personas paradas, que ya se han convertido en un nuevo día uno del mes porque se hacen muchas ventas", explicaba la responsable de una conocida franquicia con presencia en Ronda en torno al ambiente en estos primeros días de las rebajas.
"Ha habido una importante diferencia en ventas en estas últimas horas con respecto a la semana pasada. Los consumidores siguen viniendo a las rebajas", aseguraba el responsable de una tienda de deportes de reciente implantación en la ciudad. En un establecimiento similar de tradicional presencia en Ronda, su responsable añadía que "se intentará aguantar hasta primeros de agosto, porque las mayores ventas siempre se producen este mes. Con todo, lo que no se venda en los primeros días de rebajas, que son los días más fuertes, cuesta venderlo después, porque agosto es el mes de las vacaciones por excelencia y no hay apenas ventas", terminaba.