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Andalucía

El juez Torres dice que la crisis está acabando con la corrupción urbanística

El actual titular del Juzgado de lo Penal 5 de Granada ofrecerá una conferencia sobre la Corrupción Urbanística en la Costa del Sol en el Segundo Congreso de Estudios Penales que se celebra el 23 y 24 en la capital granadina

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El que fuera juez instructor del caso Malaya contra la especulación urbanística en Marbella, Miguel Ángel Torres, ha aseverado que la crisis económica está acabando con la corrupción urbanística asociada al sector de la construcción.

En una entrevista con Efe, Torres afirmó que el ladrillo es “la gallina de los huevos de oro” que ha convertido a muchos en millonarios sin que sean “conscientes” de la corrupción que genera y lo que pierde la sociedad en equipamiento, y ha atribuido esta actitud a una “mentalidad social a corto plazo”.


El actual titular del Juzgado de lo Penal 5 de Granada, que ofrecerá una conferencia sobre la Corrupción Urbanística en la Costa del Sol en el Segundo Congreso de Estudios Penales que se celebra el 23 y 24 en la capital granadina, ha destacado las “muchas posibilidades de negocio” que ofrece esta zona “para hacerse rico”. Al buen clima, los servicios y las infraestructuras ha añadido la “facilidad para esconderse” de localidades como Marbella, que la convierten en destino para el blanqueo de capitales, especialmente en la construcción, a la que ha vinculado “casi la totalidad” del crimen organizado que opera en la Costa del Sol. No obstante, para este juez, Marbella no es la “oveja negra” de los municipios del litoral malagueño, ya que su modelo de gestión “no es sustancialmente diferente” al de otros ayuntamientos, por lo que augura que casos similares “volverán a repetirse” si se mantiene el modelo basado en la construcción y los alcaldes ostentan el “inmenso poder” actual sobre las competencias urbanísticas.

“Las administraciones han permitido, e incluso fomentado, que muchos hagan lo que quieran”, lamentó el magistrado, para quien tanto los organismos oficiales como los propios ciudadanos “han mirado para otro lado” mientras esto sucedía.

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