La situación financiera del Ayuntamiento obliga a los candidatos a decir qué van a hacer y dejarse de proyecto y promesas
Aunque a nadie se le escapa que el Ayuntamiento está en ruina hace mucho tiempo, las cifras hechas públicas ayer por el PSOE no solo alarman, sino que dan miedo. Más de 500 millones de deuda, 117 de ellos nuevamente con los proveedores. No vale ya el debate de quienes son los culpables porque cada cual tiene su parte de responsabilidad en los años que han gestionado el Ayuntamiento. Por ese camino no se engaña ya a nadie. Lo que ahora importa realmente es cuáles son las soluciones. Y aquí es donde es necesario que se mojen unos y otros. Todos. Se acercan las elecciones municipales con una precampaña que se antoja ya larga y los partidos deben empezar a trabajar en sus programas electorales. No deberían dedicar demasiados esfuerzos en repetir la manida lista de cuáles van a ser la inversiones ni de qué se le va a pedir a cada administración. Aquí no se puede invertir un solo euro, así que realicen un ejercicio de sensatez y sentido común y eviten ridículas promesas sobre infraestructuras futuras en la ciudad. Lo que quieren saber los jienenses, los electores, llegados a este punto, es qué va a hacer el partido y el candidato que salga ganador en las urnas el próximo mes de mayo para darle una solución a corto y medio plazo a la situación financiera del Ayuntamiento, porque el resto volverá ser lo más parecido a una mentira, a otra milonga.