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Jaén

La capitalidad de Jaén no es comercial

El peso del comercio en Jaén en relación al resto de sectores es del 24,4%, lejos del que tiene en Linares, Úbeda o Andújar, por encima del 30%

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  • La calle Doctor Civera (o Espartería), una de las más comerciales de Jaén -

Cualquiera que pasee por las calles de Jaén (tanto las del centro como las de los barrios periféricos) adivina rápidamente que no corren buenos tiempos para el comercio. Carteles de ‘liquidación por cierre’, ‘se vende’, ‘se alquila’ proliferan por las vías más comerciales de la ciudad, que han dejado de tener la febril actividad de no hace tanto tiempo. Pero, qué está ocurriendo para llegarse a esta situación. VIVA JAÉN analiza durante toda esta semana la situación del comercio local desde todos los ángulos y todos  los  puntos de vista. Y lo hace intentando dar respuesta a cuestiones como la raíz de la crisis, los  efectos de la peatonalización en el centro de la ciudad, el impacto en el comercio tradicional de las ventas on line, la situación demográfica y el comportamiento de los alquileres comerciales, para acabar con una aproximación a los modelos en otras ciudades españolas. En Jaén, como viene ocurriendo en el resto de ciudades del país, la crisis del comercio tradicional se viene manifestando desde hace años, aunque es cierto que según los lugares lo  hace con más o menos intensidad. Según los indicadores que  aparecen reflejados en el estudio por comarcas del Plan Estratégico de Jaén,  las empresas del sector comercial en la capital jienense eran  1.732 en el año 2017. Esa cifra supone 136 comercios menos que un año antes y 461 comercios menos en una década. El peso del comercio jienense respecto al total de sectores productivos también ha ido menguado en los últimos años al situarse en el 24,46%, más de tres puntos menos  de los que tenía en 2007, al inicio de la crisis.  

Los datos también ponen de relieve la falta de hegemonía del comercio de Jaén con respecto a la provincia jienense. Es decir, no hay tal capitalidad de Jaén con el  comercio. Así, el peso del comercio a escala provincial es del 30,62% como media, para un total de 10.362 establecimientos censados. Y se evidencia también respecto a las principales ciudades, pues el peso comercial es del 32% en Linares (con 855 comercios censados en 2017), del 31,58% en Úbeda (731 comercios) y del 31,47% en Andújar (663 comercios).  Por su parte, el índice comercial, que refleja el peso relativo del comercio de cada territorio en función del impuesto de actividades económicas correspondiente a las actividades comerciales (mayoristas y minoristas), estaba situado en Jaén en 350 en el año 2013, último año en el que se cobró el IAE. La evolución del empleo también permite ver la evolución del comercio en los últimos años. En 2018,  el paro en el sector servicios (donde  se engloba el comercio) era de 6.529 personas. Esa cifra es cierto que  es inferior a los casi 8.000 parados que había en 2015, pero casi el doble de los que  había en 2007 al inicio de la crisis. También los contratos se han ido  recuperando en el sector servicios en los últimos años, después de tocar su mínimo histórico en 2012.

En la capital, los mayores signos de declive comercial se manifiestan en los  establecimientos minoristas de la zona centro, que coincide con el epicentro del Centro Comercial Abierto Las Palmeras. Se trata de 44 calles comerciales del centro de la ciudad, la inmensa mayoría de ellas integrantes del casco histórico donde hay censados 678 establecimientos de comercio, servicios, restauración, hostelería, de los que 420 son de índole comercial. Precisamente, los comerciantes de esta zona de influencia se manifestaron en noviembre pasado denunciando unas pérdidas medias del 20% en su facturación y apuntando a los efectos de la peatonalización como primera causa de ese supuesto ostracismo. Los comerciantes (también los del mercado de San Francisco) se quejaron de que el plan de peatonalización del centro se había hecho sin una adecuada planificación, lo que había provocado que se complicara la accesibilidad a sus comercios. Desde el gobierno municipal, por su parte, se ha defendido a capa y espada el plan de peatonalización impulsado por el actual alcalde, Javier Márquez, aunque bien es cierto que se han ido dando pasos atrás con aroma a rectificaciones de medidas tomadas con demasiada premura. El gobierno local se viene defendiendo de las críticas de los comerciantes yendo más allá en el análisis de esta crisis. Y puede que no le falte razón, porque ejemplos de otras ciudades constatan que la peatonalización es compatible con un comercio floreciente.

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