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Jaén

“A Jaén le falta un propósito, tener una visión a medio y largo plazo"

Isabel Miralles, autora del libro ‘Metagestión. Hacer realidad tus sueños’, hoy en 'Jaén 2020'

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  • Isabel Miralles, metagestora, durante la entrevista -

"Si caminas solo irás más rápido, si caminas acompañado llegarás más lejos”.  Isabel Miralles González (Jaén, 1968) se inspira en este proverbio chino para intentar dar sentido a su vida. Esta empresaria, bloguera y especialista en liderazgo y gestión de personas presume de haber alumbrado la metagestión. Un término que ahora es el eje principal de su actividad profesional y que, de alguna manera, recoge la síntesis a 25 años de trabajo en distintos ámbitos y desde distintas sensibilidades. “He trabajado en muchos lugares y en muchas perspectivas que me ha ayudado a tener una visión global del mundo y de las organizaciones, pero de lo que más he aprendido siempre es de las personas”, señala Isabel Miralles, autora del libro ‘Metagestión. Hacer realidad tus sueños’ y que ahora aplica sus conocimientos como consultora, coach y gestión y liderazgo de empresas.

Pero, ¿qué es la metagestión? “Es un nuevo paradigma de gestión para todo tipo de organizaciones, incluidas las unipersonales, que necesitan avanzar hacia un objetivo aún no imaginado, optimizando sus recursos y aportando valor”, explica Miralles. Aunque, trasladando esa definición a un ámbito más doméstico, lo sintetiza de otra manera: “Lo que pretende es simplificar ese conocimiento y toda la burocracia que venden en las grandes multinacionales, y simplificarlo a procesos muy sencillos para que las empresas puedan llevarlo a cabo sea cual sea su facturación”. El trabajo en equipo, entendido como la capacidad para multiplicar exponencialmente las capacidades y la energía de cada persona, es una de las máximas de la metagestión. Y desde esa óptica, sostiene Miralles que la provincia de Jaén adolece en gran parte de esa visión en conjunto. “A Jaén le falta un propósito, compartir esa visión final a medio y largo plazo de lo que le falta. Las cosas se transforman con el tiempo y lo que debemos hacer es levantar la cabeza y soñar alto. Cuando se proyecta ese sueño de lo que nos gustaría que fuera nuestra provincia, hay que pasar a los planes de acción y, finalmente, a las personas”, indica.

Tiene claro también que hay suficientes diagnósticos sobre la situación socioeconómica de la provincia –“planes hay en exceso”, precisa Miralles, que ha participado en el Plan Estratégico de Jaén y también forma parte de la asociación Proa-, por lo que, a su juicio, el problema es de metodología: “Lo que tenemos que definir es qué provincia es la que queremos, y a partir de ahí el proyecto no se pueden modificar cada dos o tres años”. Isabel Miralles, que forma parte de la primera promoción de licenciados en Químicas de Jaén, se autodefine también como resiliente, por su capacidad para reinventarse y para sobreponerse a situaciones extremas.  Esa fortaleza y ganas de vivir que trasluce ahora en su día a día le lleva a rebelarse contra el lamento: “El victimismo no cabe en mi vocabulario. Todo el tiempo que dedicamos al lamento o a la queja no lo empleamos para crear cosas nuevas y para avanzar”, subraya. Un lamento que, admite, está instalado en demasiados sectores de la sociedad jiennense. “Si tú no crees en ti mismo, mal asunto. Nadie nos va a comprar la provincia de Jaén. Para la resolución de conflictos hay que alejarse y tener una visión mucho más global, ver lo que nos une y lo que podemos compartir”, sostiene, al tiempo que hace una llamada a ese espíritu de conjunto no sólo a las personas, sino también a las instituciones y a los partidos políticos.

Junto a las personas, Isabel Miralles se muestra también una ferviente defensa del tejido empresarial. “Soy una enamorada de los empresarios porque son los que realmente transforman la realidad y crean empleo, que es el regalo más satisfactorio que podemos hacer. Hay que reconocer la apuesta que realizan hombres y mujeres que arriesgan cada día su patrimonio y tienen un sueño y van a cumplirlo”, manifiesta Miralles, que quiere que se le llame metagestora. A veces, cree esta empresaria, se abusa en exceso el término tradición para justificar el inmovilismo, algo que, según dice, dificulta el progreso. Una reflexión que cree extensible a todos los sectores productivos, desde el olivar, abocado a su transformación para seguir siendo competitivo, al alicaído sector del comercio.  “En el pequeño comercio y comercio tradicional tienen una rémora porque quieren seguir siendo lo que eran, y ya no se puede mantener ese modelo de negocio, hay que transformarse. Necesitamos que los sectores productivos sean plásticos, si no están dispuestos a cambiar no se van a transformar ni se van a adaptar a las nuevas demandas. Es una cuestión de actitud”, concluye la metagestora. Y, para concluir, recuerda los cuatro elementos que no deben faltar en la metagestión: el foco, el aire, el calor o energía y la materia. Y, sobre todo, recalca cuál sería la mejor receta para alcanzar el éxito profesional y social: “Hay que soñar, después pensar la responsabilidad de cada uno, comprometerse con la toma de decisiones y, finalmente, actuar de forma decidida”.

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