El albergue de temporeros de la capital ya ha abierto sus puertas, siendo el primero de la red provincial, pero lo ha hecho habilitando 30 de sus 58 plazas, a la espera de la contratación de personal con la subvención de la Junta de Andalucía, que según apunta la edil de Políticas Sociales, Ángeles Díaz, aún no ha llegado.
“Como no llega la subvención de la Junta, estamos buscando personal con el propósito de que el próximo viernes estemos a pleno rendimiento, con las 58 plazas. Necesitamos vigilantes por las noches y refuerzo de la limpieza. Vamos a tirar de una bolsa de empleo del Patronato de Asuntos Sociales para contratar a auxiliares de comedor. El Plan Aire lo solicitamos para la Oficina Municipal del Inmigrante (un mediador y dos vigilantes). Estamos agilizando estos contratos para que el personal se incorpore el viernes”, aclara.
Ahora cuentan con siete trabajadores, en turnos, y esta semana trabajan cuatro. La madrugada del domingo al lunes se cubrió el total de plazas, cinco a través de los equipos de calle de Cruz Roja y Cáritas. Las altas de temporeros se dan hasta las 9:30 horas. “A las 10:30 horas se manda el listado al distrito sanitario y empiezan los test en el Jaén Arena. A las 15 horas, si quedan plazas, lo comunicamos a los equipos de calle. No podemos permitir que haya plazas sin ocupar, cuando hay asentamientos”, dice. En las escalinatas del recinto ferial y en los baños han empezado a alojarse personas. Los usuarios ya se quedan cuatro noches. “Si quedan plazas libres, pueden volver a entrar, haciéndole un nuevo test. Hay muchos que están repitiendo”, asegura.
Con el plan de contingencia por el Covid activado, se les obliga al uso de mascarilla durante toda la estancia y se les toma la temperatura. El albergue cuenta con habitaciones con 16 camas y otras con 6 y 8. Los usuarios acuden al comedor por habitaciones, no superando el aforo de éste (20 personas), ocupando una mesa dos temporeros. Una pareja de Policía Local controla la explanada a la hora de las comidas.
Se han identificado las zonas por las que tienen que discurrir, hay indicaciones en castellano, inglés, francés y árabe; y se han eliminado las zonas comunes, convirtiendo el salón en zona de derivación de casos de coronavirus. Se han renovado las camas y se han comprado 300 sacos de dormir.
Por otra parte, la viceportavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento, Reyes Chamorro, exige una atención “digna” a los temporeros, denunciando que “se están viendo abocados a pernoctar en el recinto ferial” ante la reducción de aforo.