El oppidum de Puente Tablas no deja de mostrar un poderoso atractivo y sin duda alguna está llamado a ser uno de los más relevantes conjuntos arqueológicos del mundo íbero. Hace unos días pude pasear entre sus lugares de la mano de nuestra conocida y cercana Eva de Dios Martínez, en una visita organizada por Nueva Acrópolis dentro de su programa “Mirando por Jaén”. Hacía un par de años que no pisaba el terreno intramuros de la fortificada población y me ha gustado encontrar mejoras que hacen más accesible la visita.
Posteriormente hemos podido saber de un nuevo descubrimiento del equipo de Arturo Ruiz y Manuel Molinos, de la Universidad de Jaén, asociado al santuario de la diosa del oppidum. Se trata del sentido desvelado de unos relieves grabados en una piedra que pudiera ser un altar, y muestran un personaje llamado Nokaki, entre la silueta de los montes por donde amanece en los equinoccios y la representación de la estrella Sirio.
La hipótesis con la que se trabaja es que Nokaki pudiera ser el héroe fundacional de Puente Tablas, idea que resulta evocadora porque, independientemente de cuan mejorable pudiera ser la sociedad de nuestros ancestros, no deja de tener poesía y épica vincular el origen a los rasgos heroicos que adornarían a ese personaje. Esa necesidad de situar lo ejemplar en el momento inicial de una población es algo más que el argumento de poder para un pueblo crédulo y señala un sentido, proporcionando un relato justificado con valores morales a imitar por la población.
Joseph Campbell describió muy bien cómo se articulan los relatos heroicos desde el inicio de los tiempos siguiendo un patrón universal, que funciona como modelo y proporciona respuestas y modos de actuar en la vida cotidiana de las sociedades antiguas; relatos que aún hoy sugieren caminos y actitudes y captan la atención popular, como puso de manifiesto Georges Lukas con su celebérrima “Guerra de las Galaxias” al incorporar las sugerencias de Campbell en el guión.
Hablar de oppida y héroes fundacionales en Jaén conduce forzosamente a hablar del Museo Íbero, de lo incomprensible que resulta que siga vacío del contenido para el que fue concebido, de los hallazgos más relevantes de los centenares de lugares arqueológicos íberos desperdigados por toda la provincia. El Museo Íbero estaba llamado a ser el referente mundial de esta cultura, quizás las más nuestra, y ahora las noticias confusas sobre su futuro balbucean la renuncia a que sea “nacional”, a que no juegue en la liga de los grandes santuarios museísticos de nuestro país.
Sugiero que los creativos tomen la silueta de Nokaki y la reproduzcan al estilo contemporáneo, a modo de emblema de la tarea heroica que hay que emprender para que Jaén aspire a un futuro mejor.
