El reciente acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos para derogar la reforma laboral que aprobó el PP en febrero de 2012 invita a echar la vista atrás y comprobar los efectos que ha tenido ese cambio legislativo en los grandes números del empleo en una ciudad tradicionalmente lastrada por el paro.
Los datos divulgados mensualmente por las propias administraciones públicas permiten comprobar cómo la evolución del mercado laboral en estos últimos diez años ha sido positiva, aunque obviamente no baste para solventar sus problemas de fondo, que tienen su origen en la crisis que vivió en el pasado la actividad económica relacionada con el sector bodeguero y la ausencia de una alternativa real que vaya más allá de la vinculada a los servicios.
Hace justo diez años -en octubre de 2011- Jerez contaba con 31.620 demandantes de empleo, 3.820 más que ahora, lo que supone una reducción del paro registrado superior al 12 por ciento.
El número de afiliados a la Seguridad Social ha experimentado un crecimiento aún mayor, toda vez que se ha pasado de 56.797 a 61.404 (+4.607).
Mención especial merece el colectivo de trabajadores autónomos. En septiembre de 2011 cotizaban por este régimen especial 8.967 jerezanos, habiéndose pasado ahora a 10.674 (+1.707).
Estas grandes cifras evidencian una positiva evolución del mercado laboral en estos últimos diez años a pesar de que se toman como última referencia los datos actuales, que se encuentran todavía condicionados por el impacto que la crisis sanitaria ha tenido en la actividad económica.
La comparativa es aún más favorable si se toma como referencia el mes de octubre de 2019, antes de que el Covid-19 provocase una catarsis sin precedentes en la economía internacional.
Así, entre octubre de 2011 y octubre de 2019, Jerez había reducido en 4.411 su número total de demandantes de empleo; incrementando en 5.208 el de trabajadores dados de alta en los distintos regímenes de la Seguridad Social.
En este último caso se toman como referencia los datos del mes de septiembre dado que los de octubre no se han publicado aún a nivel local.
Los autónomos habían pasado de 8.967 a 10.215, con lo que también se registraba un incremento de 1.248 afiliados a este régimen especial de cotización a la Seguridad Social.
Estableciendo comparativas entre 2011 -antes de la entrada en vigor de la reforma laboral que se quiere derogar- y los meses de octubre de 2019 y 2021 se aprecian evoluciones favorables tanto en la cifra de parados -que baja- y la de afiliados a la Seguridad Social -que sube-.
Procede ahora comparar qué tipo de contratos se registraban en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) antes y ahora.
En octubre de 2011 se contabilizaron en Jerez 7.756 contratos de trabajo, mientras que este pasado mes de octubre se tramitaron 9.286 (+1.530), lo que supone un incremento del 19,72 por ciento a pesar de los efectos del Covid.
El repunte es mucho mayor si se toma como referencia el mes de octubre de 2019, cuando se registraron 11.598 altas (+3.842), un 49,53 por ciento más que en octubre de 2011.
De los 7.756 contratos de trabajo registrados en octubre de 2011, sólo 281 tenían carácter indefinido, el 3,62 por ciento del total.
La contratación indefinida sigue siendo ahora minoritaria, pero también experimenta una evolución favorable.
Este mes de octubre se tramitaron 423 contratos indefinidos, el 4,55 por ciento del total. El incremento de la contratación indefinida en Jerez es del 50,53 por ciento, ya que se ha pasado de 281 a 423 altas.
Y el dato es incluso mejor si se toma como referencia el mes de octubre de 2019 y se elimina el efecto Covid, toda vez que entonces se registraron 653 contratos indefinidos, el 5,63 por ciento del total frente al 3,62 con el que se partía inicialmente.
El repunte era entonces del 132,38 por ciento, al pasar de 281 a 653 contratos indefinidos.
El último dato reseñable de esta comparativo es el que hace referencia a las altas laborales que se producen en la ciudad por sexos, observándose cómo se ha acortado la brecha entre hombres y mujeres.
En octubre de 2011 los varones protagonizaron el 56,30 por ciento de los contratos de trabajo, frente al 43,69 de las mujeres.
Ahora los primeros suponen el 53,60 por ciento y las segundas, el 46,39.