Día grande el de ayer para los procuradores jerezanos, que celebraron,en la Sala de la Sección 8ª de la Ilma. Audiencia Provincial de Cádiz con sede en Jerez, el actosolemne de jura de los nuevos colegiados, la entrega de distinciones a los colegiados con 25 años de profesión y el nombramiento de Procurador Honorario.
Este año, el tradicional acto de la procura de Jerez ha sido aún más especial si cabe, ya que ha sido presidido por el máximo representante de los procuradores españoles, Excmo. Sr. D. Juan Carlos Estévez y Fernández Novoa, Presidente del Consejo General de los Procuradores de España, así como ha sido el momento elegido por Fernando Carrasco, decano del Colegio de Procuradores de Jerez, para anunciar el fin de su etapa al frente del decanato, con una emotiva despedida en la que recibió el reconocimiento y el cariño de sus compañeros, de los decanos andalucesque estuvieron presentes en este significativo día y de los magistrados y responsables institucionales y autoridades presentes en el acto.
A las 13 horas daba comienzo el acto togado con el juramento de los nuevos procuradores. La secretaria del Colegioprocedía a dar lectura a las actas correspondientes a la aprobación de los expedientes de incorporación y seis juracantanos se acercaban al estrado, acompañados cada uno de ellos por sus padrinos o madrinas, para hacer su juramento ante la Constitución y/o la Biblia, convirtiéndose así en colegiados de pleno derecho del Colegio de Procuradores de Jerez, lo que los habilita para ejercer en todo el territorio nacional.
Seguidamente, se llevó a cabo la entrega de diplomas e insignias a los colegiados con 25 años de profesión de nuestra ciudad, que fueron entregados por los miembros de la presidencia, en la que además del presidente del Consejo General de los Procuradores de España y del decano jerezano, estabanla presidenta de la Sección Octava de la Audiencia, Lourdes Marín, el presidente del Consejo Andaluz de Procuradores de los Tribunales, José Ramón Carrasco,la Decana de los Juzgados de Jerez, Magistrada María del Castillo Mendaro y el fiscal jefe de Jerez, Francisco García.
El acto continuó con el nombramiento del colegiado de honor, que contó previamente con una ‘laudatio’del homenajeado, a cargo del también Procurador honorarioManuel Jesús Ramos. Tras sus palabras, se hizo entrega del diploma de Procurador honorario al Ilmo. Sr. D. Ignacio Rodríguez-Bermúdez de Castro, previo compromiso de lealtad a la procura, quien agradeció en su discurso este nombramiento honorífico y se comprometió a defender a la procura de Jerez.
Despedida del decano
Tras las juras, distinciones y nombramiento del Procurador honorario, tomó la palabra el decano Fernando Carrasco, quien aprovechó su intervención para hacer una despedida del decanato, mostrándose orgulloso “más que de mis esfuerzos por mejorar la situación profesional del Colegio y de sus colegiados, de haber perseverado durante tantos años en esta vocación maravillosa que es ejercer como procurador de los tribunales”, manifestó con emoción.
“En mi caso –afirmó-, no ha exigido ningún esfuerzo. La vocación es una llamada(…) Hay quien piensa que sentir una intensa vocación se convierte en algo abrumador, frustrante. No es así en mi caso: cada vez que abro una carpeta nueva, no puedo evitar sentir la misma ilusión y contento que cuando abrí la primera. Y es que mi vida está y ha estado siempre marcada por la suerte de ejercer un oficio que responde a una vocación singular, la procura; y otra más general: el Derecho… Para mí, ciencia ilustre y, junto con la Medicina, la más humana que existe. El Derecho, o se ocupa del hombre o no es nada”.
También tuvo el decano palabras para los dirigentes políticos y apeló a la responsabilidad de los profesionales del derecho y de los procuradores de tribunales en este caso: “Se equivoca el gobernante que pretenda promulgar normas dirigidas a buscar la perfección de la sociedad desentendiéndose de las personas que la integran (…) El problema viene cuando el político piensa que la sociedad perfecta es la que se ajusta en todo a su ideología, y decide transformarla, aun a costa de las leyes, amoldándola a ella. En ese preciso momento, nosotros, los profesionales del Derecho, jueces, fiscales, letrados, abogados y procuradores, debemos convertirnos en absolutamente imprescindibles, ya que tenemos en nuestras manos –y en nuestra conciencia- la herramienta para que la Justicia actúe con el fin de restablecer el ordenamiento jurídico quebrantado”.
“Debemos estar siempre dispuestos a defender a la sociedad de las injusticias del poder –añadió-, pero debemos hacerlo con responsabilidad y rigor moral, evitando convertirnos en freno del progreso social”.
Por último, Fernando Carrasco manifestó ser muy “afortunado” por haber sido decano de los procuradores de Jerez y mostró su agradecimiento a todos los miembros de las juntas de gobierno que le han acompañado en esta responsabilidad, “a mis colegiados, porque siempre os he considerado como algo mío que debía cuidar y defender”, así como a todos los empleados del Colegio, a las autoridades judiciales y civiles, a los compañeros decanos andaluces y españoles, “a nuestro presidente nacional, que me propuso para recibir la Cruz de San Raimundo de Peñafort que orgullosamente ostento”, y finalmente, elmayor de sus agradecimientos se lo dedicó a su esposa, quien le ha apoyado firmemente en todos estos años de dedicación a la responsabilidad de decano de la procura jerezana y como vicepresidente del Consejo Andaluz de Colegio de Procuradores. “Dejo el decanato, pero no la procura, que es lo mejor que sé hacer”, concluyó entre efusivos aplausos de todos los presentes.
El último en tomar la palabra en este acto institucional fue el Presidente del Consejo General de los Procuradores de España, quien puso en valor la trayectoria y los méritos del decano jerezano:“Te vamos a echar mucho de menos, la procura pierde uno de sus mejores representantes”, así como se refirió a la importancia de la función de la procura para la Justicia y, a los nuevos colegiados, les destacó la necesidad de llevar por bandera la lealtad personal, profesional e institucional en el ejercicio de la profesión.