Cientos de personas se dieron cita en la plaza en la IV edición de este evento, que cada año consigue reunir alrededor de los distintos sabores de Gibraltar a la fascinante mezcla de nacionalidades que conviven en el Peñón.
Aunque como su nombre indica, fue la Calentita el principal plato de la noche, fueron sin duda los pinchitos morunos los que ganaron la batalla. Una extensa cola se formó nada más inaugurarse la fiesta alrededor del puesto de comida marroquí, donde varias personas se afanaban en cocinar cientos de pinchos en unas enormes barbacoas que calentaban y especiaban el ambiente.
No faltó la típica paella española y una magnífica torta de acelgas, otro plato típico del Peñón, que hicieron las delicias del multitudinario público asistente.
Música y baile acompañaron el ambiente festivo, que se prolongó hasta la media noche, cuando hicieron acto de presencia los coloridos y sonoros fuegos artificiales, que pusieron el broche de oro a la culinaria velada.
Aunque se había instalado en uno de los bares cercanos una gran pantalla de televisión para seguir el segundo partido del Mundial de fútbol, la mezcla de olores y sabores pudo más que el deporte y una vez más en este original evento quedó demostrada no sólo la mezcla cultural existente en Gibraltar, sino el ejemplo que ofrece al resto del mundo, sabiendo conjugar en un mismo escenario la diversidad de idiomas, vestimentas, tradiciones y comidas típicas que conviven en armonía.
