El condenado fue procesado junto a otras nueve personas, como responsables de la operación, que buscaba llevara la droga hasta Valencia. El Alto Tribunal ha desestimado sendas condenas de diez años de prisión dictadas por la Audiencia Nacional contra tres acusados de pertenecer a la red al considerar que no hay suficientes pruebas contra ellos.
La operación supuso la aprehensión de la droga el interior de un contenedor que oficialmente transportaba habas secas, procedente del puerto de Callao (Perú) y con destino a Valencia. El operativo fue llevado a cabo por Vigilancia Aduanera y Guardia Civil.
El contenedor llegó al puerto procedente del puerto de Callao y fue descargado y depositado en el recinto aduanero para cumplir con las formalidades fronterizas, a la espera de continuar el viaje hasta Valencia.
Desde un primer momento, los funcionarios sospecharon del contenedor, por lo que fue incluido en un circuito de riesgo, haciéndosele un seguimiento documental hasta su llegada al puerto de Algeciras.
La investigación posterior determinó que se trataba de una red organizada de narcotráfico, cuyo cabecilla era un preso de la cárcel de Picassent, así como personas que estaban en libertad.
El líder del grupo daba las instrucciones a través de un teléfono móvil que había conseguido introducir en el centro penitenciario y que ocultaba en el economato.
La red colaboraba con un grupo de narcos colombianos y utilizó una empresa que transportaba mercancía legal para camuflar las operaciones.
Los investigadores encontraron en la celda del cabecilla de la red un escrito con los datos del contenedor en el que se ocultaba la droga, así como los detalles de las escalas de los buques en los que estuvo el contenedor.
