'Equipaje de mano', un entretenimiento de usar y tirar

Publicado: 17/01/2025
Estamos, posiblemente, ante la peor película de Jaume Collet-Serra, aunque la queja no va en demérito suyo, sino de un guion insostenible que hace aguas
A punto de estrenar La mujer de las sombras y en plena postproducción del remake de Cliffhanger, la trayectoria de Jaume Collet-Serra en Hollywood permite atestiguar que estamos ante uno de los mejores directores de encargo de la meca del cine en el siglo XXI.

Puede que no logre nunca un Óscar, ni siquiera un Goya, y aún así nuestra Academia de Cine está ya en deuda con un realizador más que solvente que cumple en cada una de sus películas con la principal máxima de este arte: entretener. Porque la filmografía del cineasta barcelonés te podrá gustar más o menos, pero no te vas a aburrir con ninguna de sus cintas, incluso con esta última, Equipaje de mano, que, posiblemente, sea la peor de todas las que ha dirigido desde su debut hace 20 años con La casa de cera.

La queja, en todo caso, ni siquiera va en demérito suyo, sino de un guion insostenible que va haciendo aguas a medida que avanza la acción en su infructuoso esfuerzo por hacer verosímil lo inverosímil, y que Collet-Serra logra disfrazar a partir de una puesta en escena vibrante -sensacional el plano secuencia de la pelea dentro de un coche en movimiento-, como en la mayoría de sus thrillers, que impide al espectador hacerse determinadas preguntas hasta que resulta inevitable.

Iniciado en el cine de terror, con La casa de cera y la muy interesante La huérfana, su nombre comenzó a ganar notoriedad vinculado al de uno de sus actores fetiche -o el de él como director fetiche del protagonista-, Liam Neeson, al que ha dirigido en las entretenidas Sin identidad, Non-Stop (Sin escalas), El pasajero y, la mejor de todas, Una noche para sobrevivir. De ahí dio el salto a la excelente Infierno azul -de las mejores películas con tiburón desde Tiburón- para embarcarse después en Jungle Cruise y Black Adam, sus mayores superproducciones hasta ahora.

Pero donde mejor se desenvuelve Collet-Serra es en el thriller, y, dentro del género, en los espacios cerrados, como ocurre en Equipaje de mano, ambientada en el aeropuerto de Los Ángeles y desarrollada como una especie de variación de Jungla de cristal 2 a partir del infantil guion firmado por el debutante T.J. Fixman -experto en guiones de vídeo juegos- e, inexplicablemente, por el veterano y curtido Michael Green, al que cuesta ver firmando semejante despropósito.

En este caso no está Liam Neeson, pero sí Taron Egerton, que asume el rol de ciudadano corriente enfrentado a una situación extraordinaria: es un agente del control de equipajes obligado a hacer la vista gorda ante el paso de una maleta cargada con explosivos si no quiere que asesinen a su mujer. Esa amenaza, persistente de manera telefónica por un siempre convincente Jason Bateman, mantiene un atractivo desarrollo durante la primera hora de narración, que es hasta donde se sostiene y justifica lo que está sucediendo. A partir de ahí es una auténtica tomadura de pelo, por mucho que su director lo cuente de forma entretenida.

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