José Mijita vuelve al mercado discográfico con ‘Al Sur de la Libertad’

Publicado: 19/03/2025
El cantaor jerezano ha presentado oficialmente este trabajo en el Festival de Jerez con todo el papel vendido y una gran aceptación de la crítica y el público
El territorio Jerez ha sido y es flamenco en esencia, principalmente en barrios como Santiago y San Miguel aunque con el crecimiento urbanístico de la ciudad se haya diluido en gran parte esa concentración de creatividad en las últimas décadas. Si bien es cierto que cuando se habla de sagas como los Agujetas, los Chalao, los Méndez, los Rubichi, los Moneo o los Carpio… la mente del aficionado empiece a andar por calles como Acebuche, Sol, Cerro Fuerte o Empedrada, también es preciso aclarar que la mayoría de los actuales representantes de estas dignas familias de lo jondo nacieron en barrios aledaños. Así, José Carpio Fernández, Mijita por su padre Alfonso, recuerda una infancia en La Plazuela y en la barriada Federico Mayo, lo que se conoce popularmente por El Chicle. “He sido muy feliz en ese barrio, he conocido a grandes personas y la vida me dio la oportunidad de vivir la época gloriosa del cante, como me gusta llamarla”, explica José.

Allí, en su casa, vio pasar las horas del reloj escuchando el mejor cante de los 80 y 90, pues era su salón un lugar de encuentro común para cantaores como Luis de la Pica, Manuel Moneo, El Torta, Enrique o Luis El Zambo, Curro de la Moreno… entre otros muchos. Recuerda “cuando llegaban a casa y mi pare se levantaba de la cama para recibirlos y de buenas a primeras ya estaba entonándose por soleá”. En esa bohemia creció José y esa vivencia la relata sonoramente en una serie de cantes que componen Al Sur de la Libertad, su nuevo trabajo discográfico que se convierte en su cuarta publicación en solitario tras La Plazuela en estado puro (La Bodega, 2014), Se llama flamenco (El Flamenco Vive, 2016, nominado a los Grammy Latinos) y Albariza (El Flamenco Vive, 2019), sin dejar de mencionar algunos en los que ha participado de forma decisiva como la Nueva Frontera del Cante de Jerez (BBK, 2008) o Estirpe. De pares a hijos (La Bodega, 2015). “Este disco es nuevamente una carta de presentación que se suma al curriculum, ya sabemos que se venden pocos pero ahí está en las plataformas digitales y son muchas las llamadas que estoy recibiendo para felicitaciones y actuaciones”, añade.

Este disco recoge nueve títulos, de distintas autorías, que profundizan en las sensaciones que José ha experimentado en su etapa de crecimiento vital y profesional, “yo digo que se ha escrito para mí cada cante, con letras pensadas para mi persona y eso es lo que hace a este trabajo especial”. Aparecen las firmas de José María Castaño, Antonio Gallardo Monje y este quien escribe. El cantaor, que con diez años ya compartía escenarios con Fernando Terremoto, Fernando de la Morena o Parrilla de Jerez en la Expo de Sevilla del 92, ha presentado este nuevo trabajo en el Festival de Jerez el pasado 2 de marzo, en la Sala Compañía, con todo el papel vendido desde semanas antes y una gran aceptación de la crítica especializada. “Fue bastante bien y estoy contento, se llenó y salieron muy contentas las personas que fueron”, apunta.

En este paseo por sus primeros años de vida recuerda un paisaje de fatigas en el martinete y corrío que inicia el disco. Incluye taranta y cartageneras, una soleá inspirada en los sones de La Plazuela, y no falta la seguiriya con Dios como testigo, “no pueden faltar en mis discos mi soleá y mi seguiriya”. Rezo y llanto. Incluye unos fandangos para su padre Alfonso y su abuela María La Martine, de Santiago, que también es pieza clave en su formación como artista. Los graba sin guitarra, solo con el compás de Diego Montoya y Carlos Grilo, presentes cuando se requiere el compás, como en las bulerías María Castaña, de lo más singular y apreciado del disco, así como las bulerías track escuela de su padre. “Yo se las escuchaba de pequeño y no sabía de quien era, no le preguntaba de dónde venían esas bulerías tan personales y fue el propio Domingo Rubichi el que me confirmó que eran de su abuelo, Tío Mingo”. Hay otras bulerías, en este caso acude a la música de Los Chichos, una variante de aquel flamenco que marcó un antes y un después en esa época de aperturismo musical español. Los tangos llevan consigo una alta carga autobiográfica, con la formación de su propia familia, la de su mujer y sus hijos.

No ha escatimado en guitarras, pues ha contado para este disco que ha grabado en Estudios La Azotea de Sanlúcar, con Domingo Rubichi, Fernando Carrasco y Pepe del Morao para envolver musicalmente el cante, “hay mucha gitanería y creatividad en las guitarras”, matiza, así como con la percusión de Carlos Merino, y las voces de Malena Carpio y Samara Carrasco. Hay que resaltar la presencia de la bailaora Carmen Herrera en la puesta en escena del disco, participando en los fandangos por soleá con un baile de claro sabor jerezano. El disco se puede adquirir en el espacio Expoflamenco, empresa por cierto a la que José agradece “su colaboración en todo el proceso y publicación” del trabajo”, Malamúsica y la Peña La Bulería, así como en El Flamenco Vive (por Internet).

 

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