El dilema de Larissa Swirski, nombre en clave: 'Reina de Corazones'

Publicado: 22/06/2025
Wayme Jamison y Liana Romero novelan en ‘Reina de corazones’ el caso de la única triple agente en España en la II Guerra Mundial
El Campo de Gibraltar se convirtió durante la II Guerra Mundial en nido de espías y saboteadores. De hecho, al enclave se le conoció como la “Spy Row” -la línea de los espías-. Entre los agentes que intervinieron en la zona solía aparecer frecuentemente el correspondiente a un nombre en clave: Reina de Corazones, o Queen of Hearts.

Su identidad había sido un misterio hasta ahora y los detalles los revela Reina de Corazones (Edhasa) el nuevo trabajo de Wayne Jamison, coautor junto a Liana Romero, hija de Larissa Swirski, que es quien operaba bajo dicho pseudónimo. No sólo eso, durante los años en los que ejerció como espía se convirtió en la única triple agente en España: trabajó para los nazis, los británicos y Franco.

Su biografía novelada aporta todos los detalles, pero, especialmente, se adentra en el dilema al que se enfrentó la protagonista cuando conoció las atrocidades del gobierno para el que trabajaba. No tuvo dudas, y se pasó al bando inglés.

“Yo conocía la historia de antes, pero había bastante especulación sobre  cuál era la identidad real que se escondía detrás del sobrenombre de “Reina de Corazones”, relata Wayne Jamison. Fue Liana Romero quien le confesó que era su madre, Larissa Swirski. “Con lo que me cuenta, veo que hay algunas piezas que encajan con lo que yo conocía de lo que había pasado en la zona. Pero no es hasta que en el Archivo Nacional Británico, en una documentación del MI5 de la Inteligencia Británica, encuentro no sólo historias que se refieren a la Reina de Corazones, a la que llamaban Queen of Hearts, que coincidían con lo que yo conocía, sino que en algunos de ellos ya se habla de la identidad que se escondía detrás de esa mujer: Larissa Swirski de Romero, por estar casada con Manuel Romero, una oficial de la Guardia Española. Y  ya no había dudas”.

Lo que Jamison descubrió convertía asimismo a Liana Romero en el único testimonio viviente de aquellos años como testigo directa. Más aún, ya que Liana acompañó a su madre en algunas misiones como tapadera -tenía entonces entre 11 y 13 años-: sus recuerdos ayudaban a completar lo descrito en los archivos, a darle auténtica vida, y eso es lo que pretende esta biografía novelada.

La historia de Larissa Swirski es la de una auténtica superviviente: descendiente de una rama bastarda de los Romanov, se refugió en Europa junto a sus abuelos tras la Revolución Bolchevique y la trágica muerte de sus padres. En Cannes conoció a Manuel Romero, con el que se casó y que poco después se convirtió en un oficial de la Marina española muy bien relacionado y al que destinaron a enclaves decisivos durante la Segunda Guerra Mundial, primero en Ceuta y después en Puente Mayorga, en el corazón de un Campo de Gibraltar.

Es ahí donde Larissa, que hablaba seis idiomas, conoce a Anita Colombo, una italiana que ya trabajaba para los alemanes y le presenta a varios oficiales nazis interesados en incorporarla. Corre el año 1940 y, “al principio, lo que tenía eran misiones menores, sobre todo de captación de información, sirviéndose de las relaciones que tenía a través de su marido, en reuniones, en visitas a su casa...”, apunta Jamison, pero poco a poco va ganando dimensión, hasta que se produce un hecho determinante. Recibe la visita de su hermana, que forma parte de la resistencia francesa y le relata lo que están haciendo los nazis en Europa. “Ella empieza a tener una serie de dilemas morales sobre qué estaba haciendo, cuál era su papel, si realmente merecía la pena, y termina ofreciéndose a los británicos”, así como es requerida por España para pasar información, ante la posibilidad cierta de que los alemanes pierdan la guerra.   

Esa es parte de la historia que se relata en el libro, pero lo que le da auténtico valor es el testimonio de Liana Romero. “Cuando navegas por los archivos, lo que obtienes es una información muy fría. Esto va mucho más allá de eso, nos acerca al personaje en sí, a sus dilemas que tuvo esta mujer a la hora de decidir qué pasos iba a seguir dando”, señala el coautor del libro, que ha contado con la enorme aportación de quien también puede considerarse como “la espía más joven de la II Guerra Mundial”. Ella le ha aportado numerosos cuadernos manuscritos en los que se recoge todo lo vivido entonces e incluso conserva aún la camarita que utilizaba en sus operaciones.

“Creo que ella se lo tomaba como un juego, como una aventura. Sabía que estaba participando en algo, que estaba ayudando a su madre, pero no hasta qué punto, evidentemente. Ella la sentó al principio y le dijo: ver, oír y callar. Y eso siempre lo ha tenido ella muy asumido. Pero no era consciente de la dimensión, ni del contexto. Yo creo que ni  Larissa Swirski, sobre todo en sus primeras misiones, era consciente de en lo que se había metido”, confiesa Jamison, a quien le costó convencer a Liana, de 92 años de edad, para que participara en el libro “porque la historia merecía la pena que se conociese”.

Reina de corazones acaba de salir a la venta hace unos días y se está presentando en diferentes ciudades.  Este viernes 27 lo hará en el Jardín de La Luna Nueva en Jerez, a las 20 horas, con la presencia de sus dos autores.

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