“Hoy, el servicio de autobuses ha sido un auténtico caos, paradas con aglomeraciones de ciudadanos esperando durante más de una hora un autobús que no llega, o que se avería antes de iniciar el trayecto. Personas que llegan tarde a sus trabajos, a sus actividades familiares o a sus citas médicas, por culpa de una gestión ineficaz y dañina que está asfixiando a Jerez”. Así ha resumido el portavoz socialista, José Antonio Díaz, el primer día en el que ha entrado en vigor la reorganización del servicio de autobuses urbanos, que ha reducido su frecuencia de paso a causa de la reducción de vehículos por el mal estado de la flota.
Desde el Grupo Municipal Socialista han exigido “soluciones reales y veraces”. “Lo primero que tiene que hacer Pelayo es dejar de mentir, y lo segundo, que Espinar asuma su responsabilidad y dimita. No pueden seguir escondiendo su fracaso. Lo que tienen que hacer es pagar a las empresas y proveedores, reparar los vehículos averiados, conservar los puestos de trabajo que ahora peligran, y dejar de una vez por todas las improvisaciones, los recortes de servicios y los despidos encubiertos”, en alusión a los trabajadores eventuales que se contrata desde Comujesa para cubrir vacaciones.
“COMUJESA acumula ya dos años consecutivos de pérdidas millonarias, y la única respuesta del gobierno del PP ha sido improvisar: autobuses gratis pero sin seguridad, recortar líneas y servicios”, ha reiterado, e insiste en que la sociedad municipal no va a contar con 20 de los eventuales -Díaz habla de “despidos”- "como consecuencia directa del recorte de servicios provocados por el deterioro de la flota municipal de vehículos. Estos conductores prestaban servicio cubriendo vacantes por vacaciones y bajas médicas”, ha afirmado Díaz.
José Antonio Díaz ha querido también tener unas palabras de reconocimiento para la plantilla: “Desde el PSOE agradecemos profundamente la paciencia y el sacrificio de los trabajadores y trabajadoras del transporte urbano, y en especial de los conductores y conductoras, que son quienes cada día dan la cara y reciben las quejas de una ciudadanía cada vez más harta de este caos. La solución no pasa por castigarles a ellos, sino por poner fin al desastre de gestión de Pelayo y Espinar”.