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Jerez

Concentración de apoyo para impedir el desahucio de una familia en la zona sur

La entidad bancaria, propietaria de la vivienda, se niega a prorrogar el alquiler y a vender el inmueble a la familia que reside en ella desde hace 18 años

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  • Kika González en la concentración de este lunes -

El lugar de la citación es el número 84 de la avenida Blas Infante. La fecha límite es este martes a las 11 de la mañana. Ese día, a esa hora y en ese lugar está previsto que se ejecute el desahucio de Joaquín, Laura y su hija Laurita del piso en el que vienen residiendo desde hace 18 años. No van a estar solos, tanto Ganemos Jerez como Jerez por la Vivienda han convocado una concentración a las puertas de la vivienda media hora antes de la llegada de las autoridades judiciales con el objetivo de impedir que se lleve a efecto e impedir lo que califican como una "injusticia".

Ya en la mañana de ayer se concentraron ante la puerta de la entidad bancaria propietaria de la vivienda y cuyo gestor inmobiliario, ServiHabitat, ha pedido la ejecución de la sentencia. El objetivo no era sólo poner de manifiesto la situación a la que se enfrenta la familia, sino intentar alcanzar un acuerdo tras la oferta de compra que han realizado por el piso para poder seguir viviendo en el mismo.

En origen Joaquín y Laura fueron los compradores de la vivienda. La hipotecaron, vino la crisis del ladrillo y no pudieron hacer frente al pago mensual del recibo. La solución que les ofreció Caixabanc fue realizar una dación en pago; es decir, se entregó la vivienda a cambio del pago de la deuda y el banco les fijó un alquiler. Ese alquiler fue por tres años y después se prorrogó por dos años más. Cuando venció el contrato, el banco se negó a prorrogar el alquiler, a pesar de que han cumplido con cada uno de los pagos y desde entonces vienen intentando llegar a algún tipo de acuerdo con la entidad financiera, según explicaban este lunes.

"El desalojo no se llegó a ejecutar en un primer momento porque estaban bajo la protección del escudo social, en una situación de exclusión por la falta de recursos -exponía la portavoz de Ganemos, Kika González. Pero hace cuestión de casi dos años, Joaquín ya consiguió una nómina y entonces perdieron esa protección del escudo social, momento tras el que volvió a solicitarse su desalojo, fijado para este mañana martes a las 11 de la mañana".

En mitad de todo el proceso, la familia recurrió a una inmobiliaria para que realizara una tasación del piso en octubre del pasado año y trasladar una oferta de compra al banco por idéntico precio: 20.000 euros. "Tienen incluso el dinero en cuenta para abonarlo, pero la respuesta de ServiHabitat ha sido agradecer la oferta, pero no aceptarla, "sin dar ninguna opción de poder negociar otro precio ni de poder negociar ninguna otra cosa", apostillaba González.

"Nos parece de una injusticia total, porque evidentemente están echando a la calle a esta familia", sentenciaba la portavoz de Ganemos, que dibujaba la dramática situación a la que se enfrentan ahora, ya que no encuentran a nadie que quiera alquilarles una vivienda. "No hay ninguna solución habitacional para ellos".

Joaquín, presente en la concentración de ayer, relataba que "no tenemos dónde meternos una vez que nos echen de ahí, no tenemos dónde ir. Nosotros no nos negamos a pagar, nosotros estamos pagando todos los alquileres, les hemos presentado una opción a compra y todo, pero no quieren saber nada".

Tanto Ganemos como el colectivo Jerez por la Vivienda han hecho un llamamiento para concentrarse este martes, a las 10,30 horas, ante la vivienda "para negarnos al desalojo y obstaculizarlo al máximo posible". Desde Jerez por la Vivienda calificaban la situación como "un hecho indecente", ya que "la vivienda se va a quedar vacía y servirá para especular aún más con los precios". Alberto Rodríguez, portavoz del colectivo, criticó asimismo que "la ley antidesahucio del gobierno estatal demuestra ser claramente insuficiente. No aborda adecuadamente las causas de la vulnerabilidad habitacional y permite moratorias en lugar de soluciones permanentes, que no son suficientes para evitar la pérdida de vivienda. Lo que demuestra que la única salida a la crisis de vivienda en el Estado español es organizarnos y luchar más allá de las instituciones hasta conquistar nuestro derecho a una vivienda digna".

Kika González apuntaba hacia el lado humano de la situación: "Joaquín está hecho polvo, Laura está hecha polvo, su hija se va a la calle. Basta ya". La familia por su parte insistía en "no nos negamos a pagar, simplemente queremos una vivienda digna, simplemente esto, que no nos echen, que nos dejen vivir donde hemos vivido 18 años. Y ellos nos quieren en la calle por la fuerza. No hay voluntad de hacer un aplazamiento, ni una negociación, ni nada. Veremos mañana, a ver si aceptan nuestra oferta de compra, porque sería la única manera de acabar con la pesadilla para siempre", señalaban con la esperanza de que la movilización depare sus frutos.

"Han hecho una buena oferta -insistia González-, se les está ofertando el precio de la tasación de la vivienda, quiero decir que no es que la familia está intentando aquí quedarse con la vivienda por la cara". Los colectivos que respaldan la concentración señalaron que lo peor de esta situación es que "prefieren dejar familias en la calle antes que viviendas habitadas por personas normales, decentes y trabajadoras".

 

 

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